vie. Sep 12th, 2025

BOGOTÁ, COLOMBIA – El debate sobre si es más beneficioso ducharse por la mañana o por la noche ha sido reavivado por el cardiólogo Aurelio Rojas. En una reciente publicación en su perfil de Instagram, Rojas argumentó que la ciencia respalda la ducha nocturna como un hábito que mejora la calidad del descanso y, con ello, la salud general. Esta información fue destacada por la sección Alma, Corazón y Vida (ACyV).

Según Rojas, un metaanálisis publicado en 2019 en la revista Sleep Medicine Review analizó 17 estudios y concluyó que bañarse o ducharse con agua caliente, a una temperatura entre 40 y 42,5 ºC, entre una y dos horas antes de dormir, reduce en un 36 % el tiempo necesario para conciliar el sueño. Este hallazgo sugiere que una ducha nocturna podría ser más que una simple rutina de higiene.

Efecto fisiológico de la ducha caliente

El cardiólogo explicó que tras una ducha caliente, los vasos sanguíneos de la piel se dilatan, el cuerpo libera calor y la temperatura central desciende. Este proceso activa la liberación de melatonina, una hormona crucial para el sueño. “La ducha nocturna se convierte en mucho más que higiene”, señaló Rojas.

Además, el especialista indicó que este efecto fisiológico favorece no solo el descanso, sino también otros aspectos de la salud, como un sistema inmune fortalecido, mejor rendimiento cerebral, envejecimiento celular más lento y reducción del riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares.

Beneficios adicionales de hábitos saludables

Rojas también compartió que otros hábitos aparentemente simples pueden tener beneficios significativos para la salud. Por ejemplo, el acto de besar podría ayudar al corazón y reducir el colesterol. “Hay varios estudios que demuestran que las parejas que se besan de manera constante tienen menos colesterol”, afirmó.

El cardiólogo destacó que besar ayuda a quemar calorías, disminuir los niveles de estrés y favorecer la satisfacción en las relaciones interpersonales. Además, explicó que este hábito podría aliviar dolores de cabeza y menstruales, contribuir al control de la presión arterial y estimular la producción de colágeno, beneficiando la piel del rostro y el cuello.

“Los efectos positivos se han observado en contextos de relaciones afectivas, pero estos hallazgos no sustituyen las recomendaciones médicas ni los tratamientos para la prevención de enfermedades cardiovasculares”, aclaró Rojas.

Implicaciones para el futuro

La recomendación de ducharse antes de dormir podría cambiar la rutina de muchas personas, especialmente aquellas que luchan con problemas de sueño. Con el respaldo de estudios científicos, este simple cambio en la rutina diaria podría mejorar significativamente la calidad de vida.

En un mundo donde el estrés y la falta de sueño son comunes, encontrar métodos naturales para mejorar el descanso es crucial. La ducha nocturna, junto con otros hábitos saludables, podría ser una estrategia efectiva para promover un estilo de vida más saludable y equilibrado.

El cardiólogo Aurelio Rojas continuará compartiendo sus conocimientos y recomendaciones a través de sus plataformas, con el objetivo de educar al público sobre la importancia de pequeños cambios que pueden tener un gran impacto en la salud general.