Trujillo endurece medidas para frenar extorsiones desde prisión

TRUJILLO, PERÚ – En un esfuerzo por combatir la creciente ola de extorsiones desde el penal El Milagro, el jefe de la Región Policial La Libertad, general Guillermo Llerena, ha solicitado al Gobierno la implementación de un nuevo toque de queda con medidas más estrictas. Esta iniciativa busca replicar las acciones ya implementadas en las cárceles de Lima, enfocándose en un “apagón carcelario” para cortar las comunicaciones de los cabecillas de bandas delictivas.

El general Llerena explicó que se ha oficiado a las autoridades superiores para extender el régimen de excepción, que está programado para vencer el 2 de noviembre. La propuesta incluye un corte de energía eléctrica en el penal, permitiendo solo la iluminación básica para impedir el uso de dispositivos móviles, que frecuentemente ingresan de manera ilegal.

Medidas de Seguridad Reforzadas

El “apagón carcelario” se ha convertido en una estrategia clave en Lima, donde ha demostrado ser eficaz para limitar la capacidad de los reclusos de comunicarse con el exterior. “Un apagón eléctrico es una buena solución, yo los dejo sin luz, dejo solamente la iluminación, para qué más quiere luz el reo”, afirmó Llerena, destacando la necesidad de cortar el suministro eléctrico para evitar la carga de teléfonos móviles.

Además del apagón, se ha solicitado restringir las visitas a los internos. Aquellos en régimen ordinario tendrían una visita semanal, mientras que los de régimen especial recibirían visitas cada 15 días. Otra medida urgente es el traslado continuo de presos de Trujillo a otras cárceles del país, una táctica que busca desmantelar las redes delictivas dentro de las prisiones.

Refuerzo Policial en la Región

Durante la reciente juramentación de Joana Cabrera como presidenta del Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec), el general Llerena aprovechó para enfatizar la necesidad de más recursos policiales. Cabrera, al asumir su cargo, ordenó formalizar de inmediato la solicitud al Consejo de Ministros y al Ministerio del Interior para que los 250 policías recién graduados de la Escuela de Suboficiales de la PNP de Moche permanezcan en la región.

Este refuerzo busca fortalecer la lucha contra la delincuencia, una prioridad para las autoridades locales que enfrentan un aumento en las actividades criminales.

“La seguridad ciudadana es una de nuestras principales preocupaciones, y debemos actuar con rapidez y decisión”,

declaró Cabrera, subrayando la importancia de una respuesta coordinada y efectiva.

Impacto y Perspectivas Futuras

Las medidas propuestas por el general Llerena y respaldadas por Cabrera reflejan una estrategia más agresiva y focalizada para controlar la criminalidad desde las prisiones. La implementación del “apagón carcelario” podría tener un impacto significativo en la reducción de extorsiones, un delito que ha afectado gravemente a la población de Trujillo.

Expertos en seguridad señalan que estas medidas, aunque necesarias, deben ser parte de un enfoque integral que incluya la rehabilitación de los reclusos y la mejora de las condiciones carcelarias.

“No basta con cortar las comunicaciones, es esencial abordar las raíces de la criminalidad y ofrecer alternativas a los internos”,

opinó un analista en seguridad penitenciaria.

En el futuro inmediato, las autoridades de Trujillo deberán monitorear de cerca la efectividad de estas medidas y estar preparadas para ajustar sus estrategias según sea necesario. La colaboración entre las fuerzas policiales, el gobierno local y la comunidad será crucial para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.