Medidas net-zero podrían salvar 207,000 vidas para 2030

CIUDAD DE MÉXICO – La lucha contra el calentamiento global podría tener un impacto significativo en la salud pública mundial. Investigadores de España, Italia y Austria han proyectado que la adopción inmediata de medidas de “emisiones net-zero” podría evitar 207,000 muertes relacionadas con la contaminación del aire para el año 2030. Este hallazgo, respaldado por la ONU y el IPCC, subraya la urgencia de implementar estrategias que equilibren las emisiones de gases de efecto invernadero con su eliminación, siguiendo los lineamientos del Acuerdo de París.

El estudio, publicado en la revista Science Advances, destaca que los mayores beneficios se observarían en países como India, donde los niveles de contaminación son extremadamente altos. Liderado por Clàudia Rodés-Bachs del Centro Vasco para el Cambio Climático y el Centro Euro-Mediterráneo sobre el Cambio Climático, el equipo de investigación utilizó modelos avanzados para estimar los beneficios tanto en salud como en economía si se adoptan políticas net-zero.

Impacto en la salud pública y la economía

La contaminación del aire es un factor de riesgo ambiental significativo, asociado con más de 4.7 millones de muertes prematuras en 2021, según la OMS. Las partículas contaminantes aumentan el riesgo de enfermedades pulmonares y cardíacas, especialmente en áreas urbanas. Los investigadores utilizaron el sistema TM5-FASST para modelar escenarios de emisiones y calcular el impacto en la salud y la economía.

Si se implementaran medidas net-zero ahora, se podrían evitar 84,000 muertes prematuras en China y 73,000 en India antes de 2030. Además, las ventajas económicas serían considerables, con ahorros en atención médica y aumentos en la productividad. Se estima que el ahorro global superaría los 2.2 mil millones de dólares en menos de una década.

Beneficios a largo plazo y desafíos

Los modelos predicen que los efectos positivos en salud comenzarían a notarse a los cinco años de adoptar la política net-zero, con mejoras continuas en las siguientes dos décadas. Sin embargo, la implementación enfrenta desafíos, como la falta de datos comparables en algunos países, que dificulta la estimación precisa de los beneficios económicos y sanitarios.

“Los autores del estudio combinaron diversos modelos para evaluar los beneficios de reducir dióxido de carbono, la temperatura y el material particulado. El valor del trabajo está en analizar si se puede descubrir alguna trayectoria que minimice las muertes evitables y, a la vez, cumpla con los objetivos de reducción de dióxido de carbono”, comentó Enrique Puliafito, investigador en calidad del aire del Conicet en Argentina.

Puliafito destaca que el doble objetivo de mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de dióxido de carbono no siempre se logra simultáneamente, ya que algunas emisiones afectan la calidad del aire y, al mismo tiempo, bloquean las radiaciones solares.

Recomendaciones y próximos pasos

Los investigadores instan a que las políticas climáticas incluyan objetivos de salud y economía, no solo de clima. Recomiendan adaptar las medidas a las condiciones regionales y mejorar los métodos de recolección de datos. También sugieren apoyar a los países más vulnerables en la financiación de la transición y distribuir los esfuerzos según la responsabilidad de cada lugar.

En conclusión, los científicos abogan por soluciones integrales, justas y personalizadas para cada realidad. Aunque reconocen las limitaciones actuales, confían en que los resultados mejorarán con más información disponible. La adopción temprana y amplia de medidas net-zero podría ser un paso crucial hacia un futuro más saludable y sostenible.