sáb. Sep 13th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – En un sorprendente giro en la historia de los mamuts, un equipo de investigadores ha revelado que los mamuts colombinos que habitaron el centro de México poseían una línea genética materna única. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Science, desafía las ideas previas sobre la evolución y dispersión de estos animales extintos.

Hasta ahora, los estudios genéticos de los mamuts colombinos se habían centrado únicamente en ejemplares de Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, un descubrimiento en México, liderado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha aportado una nueva perspectiva. Los restos, hallados durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles entre 2019 y 2022, han permitido duplicar la cantidad de información genética disponible sobre la especie.

Un Linaje Genético Único

El equipo, encabezado por Eduardo Arrieta-Donato y Ángeles Tavares-Guzmán, analizó 61 genomas mitocondriales de mamut colombino extraídos de restos en la Cuenca de México. Los resultados revelaron una variabilidad genética no registrada anteriormente, lo que sugiere que los mamuts de México tienen linajes mitocondriales muy diferentes a los reportados en el norte del continente.

“Por primera vez incorporamos información de latitudes tropicales al muestreo geográfico y encontramos que los mamuts de la cuenca de México tienen linajes mitocondriales muy diferentes a los reportados con anterioridad de Estados Unidos y Canadá”, afirmó Federico Sánchez Quinto del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano (LIIGH) de la UNAM.

Este análisis permitió identificar una nueva rama genética denominada Clado 1G, que se divide en tres sublinajes: 1G.1, 1G.2 y 1G.3. La divergencia entre estos linajes y los de los mamuts más al norte es tan pronunciada como la que existe entre los propios clados de Canadá y Estados Unidos.

Implicaciones Evolutivas y Sociales

Los datos sugieren que la diversificación de estas líneas ocurrió hace más de 400.000 años, mucho antes de la separación entre las especies colombina y lanuda, registrada hace aproximadamente 200.000 años. Además, el estudio analizó la proporción de machos y hembras en los restos encontrados en la Cuenca de México, revelando un equilibrio casi perfecto, contrario a lo observado en Siberia, donde predominan los restos de machos.

Este equilibrio sugiere un modo de vida distinto en México, donde los mamuts convivían en grupos familiares más amplios, formados tanto por hembras como por crías y machos adultos. Según los científicos, esta organización social podría haber sido una adaptación a desafíos ambientales únicos de la región.

Perspectivas Futuras

El estudio también abre la puerta a futuras investigaciones. El análisis del genoma nuclear, más allá del mitocondrial, permitirá reconstruir en mayor detalle las rutas migratorias, procesos de mezcla y las razones detrás de la extinción del mamut colombino. Los investigadores lograron extraer polvo de dentina de 83 molares de mamut y, mediante técnicas avanzadas de secuenciación, obtuvieron 61 genomas mitocondriales completos, 28 de ellos con alta profundidad y fiabilidad.

El tamaño efectivo de la población se mantuvo pequeño pero estable durante los últimos 40.000 años, lo que ha permitido suponer la existencia de cierta endogamia, reflejada en la aparición de algunos ejemplares con malformaciones. Este trabajo no solo amplía nuestro entendimiento sobre la diversidad genética de los mamuts, sino que también ofrece una visión más completa de su vida social y adaptación a diferentes entornos.

Con estos hallazgos, la historia de los mamuts en América se reescribe, mostrando una imagen más rica y compleja de su evolución y supervivencia en un continente lleno de desafíos.