CIUDAD DE MÉXICO – El comino, una especia esencial en diversas cocinas del mundo, está ganando atención por sus potenciales beneficios para la salud. Sin embargo, su consumo debe ser responsable, ya que la evidencia científica en humanos aún es limitada.
Esta especia, disponible tanto en semillas como en polvo, se ha utilizado durante siglos en la gastronomía y la medicina tradicional de varias culturas. Se le atribuyen propiedades como el control del peso, la reducción del colesterol y la prevención de la diabetes, además de efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antibacterianos y anticancerígenos.
Control de peso, colesterol y diabetes
Un estudio citado por Verywell Health reveló que mujeres que añadieron comino al yogur antes de las comidas, como parte de una dieta baja en calorías, experimentaron una reducción del peso corporal, del índice de masa corporal y de la circunferencia de la cintura. Además, el consumo de tres gramos diarios de comino resultó en disminuciones del colesterol total, triglicéridos y LDL, y un aumento del colesterol HDL.
El cuminaldehído, un compuesto activo del comino, podría influir en el metabolismo de los carbohidratos y la regulación del azúcar en sangre. Algunos estudios sugieren que este compuesto tiene efectos positivos en personas con diabetes tipo 2.
Propiedades digestivas y antioxidantes
El impacto digestivo del comino se ha observado en personas con síndrome del intestino irritable (SII). Tras cuatro semanas de consumo, los participantes reportaron menos hinchazón y una mejor consistencia de las heces. En países como Indonesia e India, su uso contra la diarrea crónica está bien documentado, aunque los efectos desaparecen al suspender su uso.
El comino también es conocido por su potencial antioxidante, gracias a compuestos como el cuminaldehído, timol, beta-pineno y gamma-terpineno, que han demostrado actividad frente al estrés oxidativo celular. Aunque las investigaciones en animales y en laboratorio describen propiedades antiinflamatorias, la confirmación en humanos sigue siendo limitada.
Recomendaciones de uso y advertencias
El comino es generalmente seguro para el uso culinario, pero las personas con alergias deben evitarlo debido a posibles reacciones adversas. No se recomienda su uso en casos de hipoglucemia, embarazo, lactancia, trastornos hemorrágicos o antes de una cirugía, ya que podría afectar la coagulación y los niveles de glucosa.
Es importante no confundir el comino común con el comino negro, ya que son especies diferentes con propiedades distintas. En la dieta diaria, el comino puede incorporarse fácilmente a huevos revueltos, tortillas, sopas, guisos, arroz o aderezos. Una cucharadita, equivalente a unos tres gramos, es adecuada para realzar el sabor de los alimentos sin exceder su consumo habitual.
Antes de consumirlo en forma de suplemento, es recomendable consultar con un profesional de la salud, especialmente si se padecen enfermedades crónicas o se toman medicamentos. Esta precaución asegura un consumo seguro y personalizado.
En conclusión, mientras que el comino ofrece múltiples beneficios potenciales para la salud, es crucial consumirlo con moderación y precaución, apoyándose en la orientación médica para evitar posibles efectos adversos.