Archivo General Agrario: dos años de incertidumbre y retrasos

CIUDAD DE MÉXICO – Las recientes declaraciones del historiador Pedro Salmerón, exdirector del Archivo General Agrario (AGA), han puesto de relieve las irregularidades y problemas que enfrenta el proyecto de cambio de sede del segundo acervo documental más grande de México. Este archivo, que comprende 45 mil metros lineales de documentación, ha estado cerrado durante dos años, un hecho que ha afectado a investigadores, estudiantes y usuarios en general.

El 24 de noviembre, Salmerón expresó en sus redes sociales su frustración con el proyecto:

“El AGA tiene dos años cerrado, el edificio no se termina y se inunda, pero don @MeyerFalcon, el responsable de la obra y sus múltiples sobrecargos, no sólo tiene cargo nuevo sino que ahora será estrella en @OnceNoticiasTv con @rturrent. Ya me cansé de callar.”

Retrasos y promesas incumplidas

La historia de retrasos comenzó con un anuncio oficial del gobierno federal el 6 de enero de 2023, que prometía la construcción de un nuevo museo y sede del AGA en la Ciudad de México. Inicialmente, se esperaba que las obras concluyeran en el verano de 2024, pero las fechas de finalización se han postergado repetidamente. El 4 de marzo marcó un año desde que se suspendieron las actividades para los usuarios debido a la mudanza.

La inversión inicial anunciada superaba los mil millones de pesos, pero Salmerón ha señalado que los costos se duplicaron bajo la gestión de Román Meyer Falcon, extitular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Impacto en la comunidad académica

La incertidumbre generada por los retrasos ha tenido un impacto significativo en la comunidad académica. Marta Martín Gabaldón, maestra en historia e investigadora en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México en Oaxaca, describe cómo los investigadores y estudiantes han visto sus proyectos paralizados. “No podemos avanzar en el ámbito de la investigación sin acceder a esos expedientes ni a esos materiales,” comenta.

Para muchos estudiantes, especialmente aquellos interesados en la historia agraria, la falta de acceso al archivo ha significado una reorientación de sus proyectos. “Estamos viendo cómo reorientamos un poco su proyecto porque los tiempos de los alumnos son mucho más cortos,” explica Martín Gabaldón.

Perspectivas internacionales

Desde Francia, Eric Leonard del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) comparte su experiencia:

“Es ciertamente una pena no poder acceder a los registros oficiales que dan cuenta de esos conflictos, y del seguimiento, y la manera en que la administración agraria ha tratado esos conflictos.”

Leonard destaca la importancia de los archivos para entender la relación entre las comunidades y el estado central en el proceso de reforma agraria.

Futuro incierto

El futuro del Archivo General Agrario sigue siendo incierto. En el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2026 no hay un apartado específico para el AGA, lo que genera más dudas sobre cuándo se completará el proyecto. Al cierre de esta edición, Sedatu no ha proporcionado respuestas sobre el motivo del retraso ni una fecha de apertura.

Mientras tanto, la comunidad académica y los usuarios del archivo continúan esperando una solución que les permita retomar sus investigaciones y proyectos con normalidad. La situación actual no solo afecta a los investigadores, sino que también limita el acceso a la memoria histórica del país, un recurso invaluable para entender el presente a través del pasado.