Cómo proteger a tu equipo de una cultura laboral tóxica

CAMBRIDGE, EE.UU. – En un mundo laboral cada vez más competitivo, la cultura organizacional juega un papel crucial en el bienestar y la productividad de los empleados. Natasha Kehimkar, CEO de Malida Advisors, una firma de consultoría especializada en eficacia organizacional, enfatiza la importancia de enfrentar la realidad de una cultura laboral tóxica. “No finja que todo está bien”, advierte Kehimkar. “Reconozca la realidad y, en lugar de intentar esconderse de lo que está sucediendo, céntrese en empoderar a su equipo y mantener una conexión sólida”.

Establecer estándares propios

La creación de una cultura laboral positiva no es algo que deba dejarse al azar. Según los expertos, uno de los pasos fundamentales es establecer estándares propios y no aceptar pasivamente un entorno disfuncional. Chatman, una reconocida experta en cultura organizacional, sugiere que los líderes sean deliberados en la construcción de la cultura de su equipo. “Imagine cómo se ve la cultura ideal y trabaje con su equipo para identificar las prácticas que los lleven ahí”, aconseja. El objetivo es dar más voz a los miembros del equipo para que se sientan más en control.

Reforzar buenos hábitos

Una vez que el equipo haya acordado cómo trabajar juntos, es esencial reforzar estos acuerdos en las interacciones diarias. “Cuando las personas se sienten amenazadas respecto a su futuro, su trabajo es disipar esa ansiedad y restaurar la confianza que necesitan para rendir al máximo”, señala Chatman. Ella sugiere crear oportunidades de socialización y seleccionar historias de éxito que modelen los nuevos comportamientos deseados.

El papel del líder en el cambio cultural

Los líderes deben ser conscientes de que su comportamiento es observado de cerca. “La forma en que se comporta como líder parece obvia, pero no lo es”, dice Chatman. “Los líderes deben estar muy atentos y no solo decir que quieren ciertos cambios, sino también modelarlos y demostrar que están dando el ejemplo”.

Ser el pararrayos

Enfrentar desafíos significativos, como despidos y aumento de la competencia, es inevitable. Sin embargo, Kehimkar aconseja no dar una actualización pesimista que afecte el trabajo diario del equipo. “Mantenga a las personas informadas y no endulce la situación, pero ayúdeles a enfocarse en el ámbito que sí pueden controlar”.

Contribuciones del equipo en primer plano

Es crucial que el equipo vea cómo sus contribuciones importan y avanzan la misión de la organización. En una cultura poco saludable, esta conexión debe ser muy clara, dice Chatman. Recomienda ayudar a los miembros del equipo a ver el panorama completo, mostrando cómo su trabajo impulsa los objetivos del equipo, los objetivos de la división y los resultados de toda la empresa.

Construir una comunidad para contrarrestar la negatividad

Dejar que el cinismo y la disfunción dominen la jornada laboral tiene un costo psicológico. “Usted y su equipo necesitan algo que contrarreste la negatividad constante”, dice Chatman. Esto significa construir relaciones genuinas que ayuden a las personas a verse como algo más que colegas que soportan el mismo caos. Las actividades de trabajo en equipo son un buen comienzo.

No esperar a las entrevistas de salida

En lugares de trabajo hostiles, las personas a menudo se preguntan: “¿Por qué sigo aquí?” Todo se reduce a la relación con su jefe, dice Kehimkar. “Cuando siente que importa, eso es un ancla”. Ella recomienda realizar entrevistas de permanencia periódicas e informales para “volver a reclutar a los miembros de su equipo”.

Las oportunidades de aprendizaje son otra consideración. Cuando no hay presupuesto para capacitación, trabaje con su equipo para encontrar formas alternativas de desarrollar habilidades y experiencia. “Una de las cosas que dicen los líderes es ‘Estoy demasiado ocupado’. Pero si sabe que las cosas van cuesta abajo, haga tiempo para estas conversaciones. No se retiene a las personas por casualidad”.

En conclusión, proteger a un equipo de una cultura organizacional tóxica requiere un esfuerzo consciente y continuo. Al establecer estándares claros, reforzar buenos hábitos, y mantener una comunicación abierta y honesta, los líderes pueden crear un entorno de trabajo más saludable y productivo.