mié. Sep 17th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – Lo que alguna vez fue un instrumento de tortura en las prisiones de la Inglaterra del siglo XIX, la cinta de correr ha evolucionado hasta convertirse en el equipo de ejercicio más confiable y utilizado en Estados Unidos. En 2024, 56,8 millones de estadounidenses la emplearon, según datos de la Asociación de la Industria del Deporte y el Fitness (SFIA).

Las modas en el mundo del ejercicio han cambiado drásticamente a lo largo de las décadas. Desde el Thighmaster hasta el hula hula y el Tae Bo, muchas tendencias han caído en el olvido. Sin embargo, la cinta de correr ha resistido la prueba del tiempo, consolidándose como un elemento básico tanto en gimnasios como en hogares.

La permanencia de la cinta de correr

En 2025, mientras que pilates y el entrenamiento de fuerza lideran las preferencias de los entusiastas del fitness, el spinning ha perdido protagonismo. A diferencia de estas modas pasajeras, la cinta de correr se mantiene constante. Alex Kerman, director sénior de operaciones comerciales e investigación en la SFIA, afirmó que “la cinta de correr siempre ha sido uno de los equipos de ejercicio con mayor participación”.

El informe de la SFIA revela que el 18,4% de la población estadounidense de seis años o más utilizó este aparato al menos una vez en 2024, una cifra superior al 17,2% registrado en 2014. Este crecimiento refleja su relevancia continua en el ámbito del fitness.

Perfil del usuario y beneficios económicos

El perfil de los usuarios de cintas de correr está compuesto mayoritariamente por mujeres y personas de altos ingresos. Este segmento es económicamente significativo, generando cerca de USD 1.100 millones en ingresos por ventas de cintas de correr en 2025, según la consultora IBISWorld.

Cedric Bryant, presidente y director ejecutivo del Consejo Americano de Ejercicio, explicó que “la cinta de correr perdura porque realmente cumple con los requisitos básicos: accesibilidad, comodidad y eficacia comprobada”. Además, destacó su capacidad para ayudar a conservar la independencia en el movimiento a medida que las personas envejecen.

Innovación y adaptabilidad

La cinta de correr no solo es adecuada para principiantes, sino también para atletas que entrenan con intervalos o inclinación. Entre sus beneficios se encuentran la mejora de la salud cardiovascular, el aumento de la resistencia y el control del peso. Su versatilidad permite personalizar el entrenamiento según los objetivos individuales.

  • Control de intensidad: La velocidad y la inclinación se pueden ajustar para mejorar la resistencia, quemar grasa o aumentar la capacidad anaeróbica.
  • Entrenamientos preprogramados: Muchos modelos ofrecen programas que guían la sesión, ayudando a cumplir metas específicas de forma estructurada.
  • Desafíos para la estabilidad: Caminar o correr en la cinta exige coordinación, equilibrio y estabilidad, aspectos claves para el progreso físico y la prevención de lesiones.

El impacto de las redes sociales ha impulsado entrenamientos como el 12-3-30 y el cardio de zona 2, que se han incorporado en gimnasios boutique. Aunque Carmine Ciliento, gerente de fitness en una red internacional de gimnasios, expresó sus dudas sobre la racionalidad de estos métodos, Bryant señaló que “si un influencer o alguna moda logra que la gente se mueva, que así sea”.

Mirando hacia el futuro

Las innovaciones en el diseño de las cintas de correr han mejorado la experiencia del usuario. Muchos modelos actuales incluyen pantallas interactivas y programas personalizados, lo que reduce la monotonía y aumenta la seguridad y estabilidad. La historiadora Natalia Mehlman Petrzela, profesora en The New School, señaló que aunque las cintas de correr conectadas de alta gama requieren una inversión considerable, permiten aprovechar mejor los entrenamientos.

Mientras otras propuestas como Zumba o dispositivos como la elíptica experimentan ciclos de popularidad, la cinta de correr mantiene su lugar en la cultura del ejercicio. Correr sigue siendo un ejercicio clásico y básico, difícil de superar en eficacia.

En conclusión, la cinta de correr ha demostrado ser más que una moda pasajera. Su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios y su eficacia comprobada aseguran su lugar como un pilar del fitness moderno.