MADRID, ESPAÑA – Un reciente estudio ha revelado que la inversión en la salud femenina no solo es justa, sino también altamente rentable. Según el informe de EAE Business School titulado La salud de la mujer despega. De tabú a negocio millonario, por cada euro invertido en la salud de la mujer, se recuperan tres. Este hallazgo desafía la percepción histórica de que la investigación en salud femenina no es rentable y resalta la urgencia de cerrar la brecha de género en este ámbito.
Históricamente, la investigación médica ha priorizado la salud masculina, dejando a las mujeres en desventaja. Sin embargo, el informe de EAE Business School destaca que invertir en salud femenina podría ser una de las estrategias más rentables para el desarrollo económico global en la próxima década. El estudio subraya el potencial de crecimiento del sector, especialmente en áreas como la tecnología médica, la higiene y la nutrición.
Impacto global del impulso de la salud femenina
El informe estima que el valor de las empresas dedicadas a la salud y el bienestar de la mujer crecerá un 247% en los próximos siete años, alcanzando los 158.000 millones de euros en 2032. Este crecimiento se verá reflejado en el sector FemTech, que podría superar los 177.000 millones de dólares en 2032, gracias a la digitalización y la innovación en salud reproductiva y menopausia.
Además, mejorar la asistencia sanitaria femenina en el ámbito laboral podría tener un impacto positivo de hasta 893.000 millones de euros al año, al reducir los costes sanitarios y aumentar la productividad. Abordar eficazmente condiciones como la menopausia o la menstruación podría incrementar el PIB en 107.328 millones y 102.856 millones de euros respectivamente.
Persistente brecha de género en investigación médica
A pesar de las claras ventajas económicas, la brecha de género en la investigación médica persiste. Solo el 1% de la investigación sanitaria global se dedica a patologías específicas de la mujer, a pesar de que el 70% del personal sociosanitario son mujeres. Esta subinversión resulta en un conocimiento limitado y un tratamiento inadecuado para enfermedades como la endometriosis o la depresión posparto.
La medicina moderna, históricamente centrada en la fisiología masculina, ha dejado a las mujeres con una mayor prevalencia de enfermedades no diagnosticadas y una peor calidad de vida. Sin embargo, el auge de la FemTech y las soluciones digitales están comenzando a cambiar este panorama.
Reducir la desigualdad en salud femenina
El informe también identifica los principales problemas y oportunidades dentro del sector de la salud femenina. Enfermedades como la endometriosis, la menopausia y la infertilidad están desatendidas, con diagnósticos tardíos y escasa inversión en investigación. La falta de acceso a productos de higiene menstrual perpetúa una cultura de resignación y subdiagnóstico.
Expertos señalan que transformar esta realidad es crucial no solo por justicia social, sino por el impacto económico y social que supone priorizar la salud de la mitad de la población mundial. Desde 1993 en Estados Unidos y 1997 en Europa, se han comenzado a incluir a mujeres en ensayos clínicos, lo que ha permitido corregir la falta de datos específicos sobre la eficacia y la seguridad de los medicamentos para las mujeres.
A pesar de estos progresos, el informe de EAE Business School concluye que reducir las desigualdades en salud femenina requiere una aproximación integral y estratégica. Es necesario fomentar la inversión en sectores emergentes como la salud menstrual y el diagnóstico temprano de enfermedades subdiagnosticadas en mujeres.
Los avances tecnológicos y médicos ofrecen una oportunidad única para desarrollar un sector con un enorme impacto social y económico a nivel global. Priorizar la salud y el bienestar de las mujeres no solo responde a una cuestión de igualdad, sino que constituye una decisión estratégica con efectos multiplicadores para el desarrollo económico y social mundial.