BUENOS AIRES, ARGENTINA – Los sueños han sido objeto de fascinación y misterio para la humanidad durante siglos. Aunque las personas pasan aproximadamente un tercio de sus vidas durmiendo, el propósito de los sueños sigue siendo un enigma para la ciencia. Sin embargo, investigaciones recientes están arrojando luz sobre el impacto de los sueños en la salud mental y emocional.
La ciencia aún no ha encontrado una respuesta definitiva sobre por qué soñamos, pero diversos estudios sugieren que los sueños podrían jugar un papel crucial en la regulación emocional, la consolidación de la memoria y la adaptación psicológica. Un informe de Popular Science explora los enfoques actuales que combinan avances en neuroimagen con perspectivas de la psicología cognitiva y la psicoterapia.
Teorías sobre la función de los sueños
La investigadora Deirdre Barrett de la Universidad de Harvard comenta que hay tantas respuestas a la pregunta del propósito de los sueños como psicólogos del sueño. Esta diversidad de opiniones refleja la complejidad del fenómeno. Entre las teorías más destacadas se encuentran el psicoanálisis, la simulación de amenazas, la consolidación de la memoria, la regulación emocional y la resolución de problemas.
Barrett sugiere que soñar es una forma distinta de pensar, complementaria al pensamiento consciente. Esta multiplicidad de perspectivas sugiere que los sueños podrían cumplir varios roles simultáneamente, o que diferentes personas y contextos generan distintos tipos de sueños con funciones diversas.
Sueños traumáticos y su análisis
Los sueños traumáticos recurrentes han sido objeto de estudio en investigaciones recientes con un enfoque psicodinámico. Un análisis publicado en Scientific Reports sobre 64 estudiantes identificó temas recurrentes en sus sueños, como amenaza, disociación somática, abandono y nacimiento forzado. Estos sueños podrían reflejar el funcionamiento psíquico profundo y, al analizarlos en psicoterapia, es posible comprender mejor los conflictos que los originan.
El investigador Michael Schredl concluyó que la intensidad emocional de estos sueños está relacionada con la necesidad de ajuste emocional, sugiriendo que los sueños traumáticos son herramientas para procesar la ansiedad y el dolor.
El legado de Freud en el estudio de los sueños
Sigmund Freud fue el primero en proponer una interpretación sistemática de los sueños, sugiriendo que son expresiones simbólicas de deseos reprimidos y conflictos inconscientes. Aunque su teoría ha sido criticada por su subjetividad, su influencia persiste en el análisis de sueños traumáticos o recurrentes en contextos terapéuticos.
Simulación de amenazas y consolidación de memoria
Una teoría más reciente es la de la simulación de amenazas, propuesta por el neurocientífico Antti Revonsuo, quien sugiere que los sueños sirven como un mecanismo evolutivo para ensayar respuestas ante peligros. Un estudio observó que niños kurdos expuestos a situaciones bélicas reportaban sueños de amenaza con mayor frecuencia que niños no traumatizados.
Por otro lado, la teoría de la consolidación de la memoria propone que durante el sueño, el cerebro organiza y refuerza la información reciente, integrando recuerdos nuevos con otros más antiguos. Esto podría explicar la mezcla de elementos inconexos en los sueños.
Regulación emocional y resolución de problemas
La teoría de la regulación emocional sugiere que los sueños ayudan a procesar sentimientos difíciles. Investigaciones citadas por Popular Science indican que el contenido onírico está relacionado con mejoras en el estado de ánimo. Personas que sueñan con eventos estresantes tienden a despertar con una actitud más positiva hacia lo ocurrido.
Además, algunos expertos sostienen que los sueños pueden facilitar la resolución de problemas difíciles de abordar conscientemente. En este estado, el cerebro estaría menos limitado por la lógica y más abierto a asociaciones creativas, como lo ilustran ejemplos históricos de innovaciones surgidas de sueños.
La teoría de la simulación de amenazas propone que los sueños preparan al cerebro para enfrentar peligros reales.
A pesar de los avances en neurociencias y psicología, no existe un consenso definitivo sobre el propósito de los sueños. El análisis de Popular Science sugiere que podrían tener múltiples funciones, o incluso ninguna específica. El estudio de los sueños sigue siendo un campo dinámico, abriendo puertas a una comprensión más profunda de la mente humana durante el descanso.