jue. Jul 31st, 2025

BERKELEY, EE.UU. – En un avance sin precedentes en el campo de la percepción visual, científicos de la Universidad de Berkeley han logrado identificar un nuevo color, denominado “olo”, que no puede ser percibido naturalmente por el ojo humano. Este descubrimiento, que ha sido posible gracias a un innovador sistema de estimulación retinal, ha sido visto hasta ahora por solo cinco personas.

El hallazgo de “olo” representa un hito en la comprensión de cómo los colores afectan nuestras emociones y percepciones. Los colores primarios, como el rojo, amarillo y azul, son fundamentales en la creación de una vasta gama de tonalidades que experimentamos diariamente. Sin embargo, la introducción de “olo” expande este espectro de formas antes inimaginables.

El descubrimiento del color “olo”

El nuevo color fue identificado mediante un sistema que utiliza microdosis de láser para estimular directamente los conos de la retina, permitiendo así una expansión artificial del espectro de colores percibidos. Según los participantes del estudio, “olo” se presenta como un tono azul verdoso de alta saturación, sin equivalente reconocible en la naturaleza ni en las tecnologías visuales actuales.

En el contexto de la investigación, “olo” fue asignado el código binario 010 y descrito bajo la denominación técnica de “olo”, aunque no se ajusta a los modelos digitales de color tradicionales. Este avance fue publicado en la revista Science Advances, donde los científicos proponen una posible expansión del espectro cromático humano a través de la manipulación directa del sistema visual.

Implicaciones científicas y tecnológicas

El estudio introduce el principio de “Oz”, un método para visualizar imágenes en color mediante el control directo de la actividad fotorreceptora del ojo humano. Este enfoque permite manipular la percepción del color a un nivel sin precedentes, actuando sobre los conos individuales de la retina.

“Llamamos a este nuevo color ‘olo’. Los participantes informan que el olo en nuestro sistema prototipo aparece como un azul verdoso con una saturación sin precedentes”, explicaron los investigadores. “Los sujetos descubren que deben desaturar el olo añadiendo luz blanca para igualarlo con la luz monocromática más cercana, ubicada en el límite de la gama cromática”.

Este descubrimiento abre la puerta a nuevas posibilidades en el diseño de dispositivos visuales y tecnologías de imagen, que podrían beneficiarse de una gama de colores más amplia. Sin embargo, la aplicación práctica de este conocimiento aún enfrenta desafíos significativos, dado que las tecnologías actuales no pueden reproducir “olo”.

Perspectivas futuras y desafíos

El descubrimiento de “olo” plantea preguntas fascinantes sobre la evolución de la percepción humana y el potencial para expandir la experiencia sensorial. Los investigadores sugieren que, con el tiempo, podría ser posible desarrollar tecnologías que permitan a más personas experimentar este nuevo color.

Además, el estudio podría tener implicaciones en campos como la neurociencia y la psicología, al ofrecer nuevas formas de explorar cómo el cerebro procesa la información visual. Sin embargo, también plantea desafíos éticos y prácticos, como la accesibilidad de estas tecnologías y su impacto en la percepción humana.

En conclusión, el descubrimiento de “olo” no solo representa un avance científico significativo, sino que también invita a la reflexión sobre el futuro de la percepción visual y las posibilidades de expandir los límites de la experiencia humana. A medida que la investigación avanza, el mundo espera con interés las aplicaciones prácticas que podrían surgir de este fascinante hallazgo.