vie. Ago 22nd, 2025

SAN JUAN DE LURIGANCHO, PERÚ – En medio del paro convocado por un sector de transportistas este jueves 21 de agosto, un chofer de la empresa Santa Catalina fue víctima de un ataque a balazos en la zona de Bayóvar, en el distrito de San Juan de Lurigancho. El incidente ha generado preocupación y alarma entre los residentes y trabajadores del sector.

El ataque ocurrió mientras el conductor se encontraba solo en el vehículo, que estaba fuera de servicio en ese momento. En un video difundido en redes sociales, se observa el bus estacionado frente al Hospital San Juan de Lurigancho, donde el chofer llegó por sus propios medios tras el ataque.

Un testigo, aparentemente otro transportista, afirmó en el video:

“Acaban de meter un balazo a un chofer de la Santa Catalina. Estamos en el hospital acá, acaba de ingresar”.

Investigación en curso

El general PNP Hugo Felipe Monroy, jefe de la Región Policial Lima, confirmó el ataque y señaló que el caso está bajo investigación. Monroy explicó que el vehículo de transporte Santa Catalina, conocido como la línea 23, estaba vacío al momento del incidente.

“Él (el chofer) por sus propios medios ha conducido el vehículo hacia el Hospital San Juan de Lurigancho. Está siendo atendido por los médicos”, declaró Monroy a RPP. La policía está explorando dos hipótesis principales: un posible acto extorsivo o un ataque violento debido a la negativa del conductor a sumarse al paro.

Contexto del paro de transportistas

El paro de transportistas en Perú ha sido convocado por un sector que demanda mejores condiciones laborales y una revisión de las tarifas de transporte. Este tipo de protestas no es nuevo en el país, donde el sector transporte ha sido históricamente conflictivo debido a la falta de regulación y las condiciones laborales precarias.

En este contexto, los ataques a conductores que no se adhieren a los paros son una preocupación creciente. Según datos del Ministerio del Interior, los incidentes de violencia relacionados con paros y protestas han aumentado en un 15% en el último año.

Reacciones y medidas de seguridad

El ataque ha generado reacciones en cadena. La comunidad de transportistas ha expresado su preocupación por la seguridad de los conductores que eligen trabajar durante los paros. La policía ha incrementado la presencia en las zonas más conflictivas para prevenir nuevos incidentes.

“Todavía no tenemos el diagnóstico fehaciente respecto al elemento con el cual hubiera sido violentado (el chofer). No descartamos un proyectil de arma de fuego o en su defecto un objeto contundente”, añadió Monroy, subrayando la complejidad del caso.

Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Mientras tanto, la comunidad espera que se implementen medidas de seguridad más estrictas para proteger a los trabajadores del transporte público.

El incidente no solo pone en evidencia los riesgos que enfrentan los transportistas, sino que también resalta la necesidad de abordar las raíces del conflicto laboral en el sector. Los próximos días serán cruciales para determinar el impacto de este ataque en las negociaciones entre el gobierno y los sindicatos de transportistas.