MADRID, ESPAÑA – Anoche, el Riyadh Air Metropolitano se convirtió en un mar de emociones y luz al acoger la última parada de la gira ‘Metamorfosis Season’ de Aitana. Con 60,000 voces unidas, el estadio vibró como una mariposa que, según la teoría del caos, puede desencadenar efectos a gran escala con el simple batir de sus alas. La anticipación era palpable mientras el sol se ponía, marcando el inicio de una noche que prometía ser inolvidable.
Los asistentes, desde adolescentes cubiertos de purpurina hasta familias enteras, se mezclaban en un ambiente de expectación y certeza. Las pulseras luminosas entregadas a la entrada brillaban al ritmo de la música pre-concierto, mientras un murmullo colectivo flotaba en el aire. Aitana, quien ha madurado ante los ojos del público desde su participación en Operación Triunfo 2017, se preparaba para cerrar su gira más ambiciosa hasta la fecha.
La evolución de Aitana
Aitana Ocaña, nacida en 1999 en Sant Climent de Llobregat, ha recorrido un largo camino desde sus inicios en la música. Con solo 18 años, se hizo un nombre en el programa de talentos que la catapultó a la fama. Desde entonces, su evolución ha sido notable, pasando del pop luminoso de sus primeros discos a los sonidos más experimentales y oscuros de ‘Alpha’. Ahora, con ‘Cuarto azul’, regresa al pop confesional, abrazando la vulnerabilidad como el núcleo de su proyecto.
La gira ‘Metamorfosis Season’ comenzó en Barcelona el 19 de julio, en el Estadi Olímpic Lluís Companys, marcando el inicio de un viaje musical que, aunque no estuvo exento de problemas técnicos, consolidó a Aitana como una de las figuras más destacadas del pop español. En Madrid, a pesar de algunas dificultades con el sonido, el espectáculo fue un éxito rotundo.
Un espectáculo transformador
A las 21:00, las pantallas del estadio cobraron vida. Una mariposa proyectada comenzó a batir sus alas, simbolizando la transformación de Aitana. Emergiendo de una plataforma central, la artista apareció vestida de blanco, como un ser recién nacido al mundo. Con la canción ‘6 de febrero’, el estadio se unió al ritmo, marcando el inicio de una noche mágica.
El concepto de metamorfosis atravesó todo el concierto, con una narrativa que incluía canciones como ‘Teléfono’ y ‘Popcorn’, reflejando su evolución musical. Aitana aprovechó la puesta del sol para compartir con el público:
«Quería que todo fuese perfecto. No quería fallaros».
Sus fans respondieron cantando ‘Con la miel en los labios’ y ‘Vas a quedarte’, creando un ambiente íntimo y emocional.
Colaboraciones y sorpresas
Ela Taubert fue la primera en unirse a Aitana en el escenario, aunque también enfrentó problemas de sonido durante su interpretación conjunta de ‘¿PARA QUÉ VOLVER?’. Sin embargo, el público permaneció entregado, disfrutando de cada momento. Amaral también se unió a la fiesta, interpretando ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’, sin contratiempos técnicos y con un aplauso multitudinario.
El espectáculo continuó con ‘LA CHICA PERFECTA’, una colaboración con Alaska que desafía las expectativas impuestas a las mujeres en la industria musical. Finalmente, ‘CONEXIÓN PSÍQUICA’ marcó el cierre definitivo, sellando la noche con un grito unánime de libertad y transformación.
El futuro de Aitana
Cuando parecía que la noche había llegado a su fin, Aitana sorprendió a todos con el anuncio de su próximo proyecto: el Cuarto Azul World Tour 2026. Con gritos y teléfonos en alto, el público celebró la noticia de que la metamorfosis de Aitana no se detiene. Madrid no solo despidió una gira; fue testigo del primer latido del siguiente capítulo de su carrera.
Con confeti, fuego y luces, Aitana demostró que su viaje apenas comienza. La mariposa ya sabe volar sola, llevando consigo a todos los que han creído en su transformación. Larga vida a nuestra actual diva del pop.