Empresas argentinas enfrentan escasez de talento: un desafío creciente

BUENOS AIRES, ARGENTINA – Encontrar al candidato ideal se ha convertido en una tarea cada vez más compleja para las empresas argentinas. Según un reciente estudio del IAE Business School e IDEA Relevamientos, nueve de cada diez compañías enfrentan dificultades para encontrar los perfiles que necesitan, especialmente en áreas tecnológicas y comerciales.

La brecha entre las habilidades que las empresas demandan y las que los candidatos ofrecen parece ensancharse. No solo se trata de conocimientos técnicos, sino también de habilidades blandas como la autogestión, el trabajo en equipo y la capacidad de adaptarse a los cambios. Esta situación se ha vuelto más pronunciada en los mandos medios y líderes, donde el 94% de las empresas reporta discrepancias significativas.

La búsqueda del talento ideal

El estudio, que abarcó 165 compañías de diversos tamaños y sectores, revela que las posiciones más difíciles de cubrir son las vinculadas a Tecnología (49%) y Comerciales (45%). Otras áreas como Operaciones, Administración y Finanzas también presentan desafíos, aunque en menor medida.

Para el personal profesional, las empresas priorizan el nivel educativo (99%), habilidades blandas específicas (97%) y experiencia (90%). En contraste, para el personal operativo, la localización geográfica (79%), la disponibilidad horaria (73%) y la presencialidad (70%) son factores clave.

Julián Irigoin, profesor de Comportamiento Humano en la Organización en IAE Business School, señala que las habilidades que faltan no son solo técnicas, sino humanas.

“Se aprenden en casa, en la escuela, en el trabajo y en comunidad”,

afirma Irigoin.

Factores detrás de la brecha

Las empresas identifican la formación insuficiente o desactualizada en instituciones educativas como la principal razón de la falta de habilidades. Además, la dificultad para adaptarse a entornos de trabajo exigentes es otro factor significativo.

Luciana Paoletti, directora Ejecutiva de IDEA, destaca la importancia de volver a las bases educativas.

“La tecnología permite un salto en productividad, pero solo si los empleados tienen niveles adecuados en lectoescritura y matemática”,

comenta Paoletti.

Lo que el talento busca

Por otro lado, los candidatos también tienen sus propias demandas. Aunque el salario base sigue siendo el principal factor de decisión, la modalidad de trabajo (presencial, híbrido o remoto) está ganando peso. Cuatro de cada diez postulantes consideran esta opción crucial al tomar decisiones laborales.

Paoletti explica que en Argentina, un país con alta inflación y pérdida de poder adquisitivo, el salario se convierte en un factor decisivo. Sin embargo, en contextos más estables, el desarrollo profesional y la cultura organizacional suelen influir más.

El equilibrio entre la vida personal y laboral es una prioridad, especialmente para los menores de 40 años.

“El éxito profesional está asociado a lograr ese equilibrio y cuidar su bienestar emocional y mental”,

añade Paoletti.

Consecuencias de la brecha

La falta de coincidencia entre las habilidades requeridas y las disponibles no solo complica la contratación, sino que también impacta en la productividad. Según el estudio, las principales consecuencias incluyen demoras en cubrir vacantes (68%), pérdida de productividad (48%) y aumento de los costos de capacitación (33%).

Las grandes empresas están enfocando sus programas formativos en habilidades de gestión, mientras que las PyMEs priorizan el trabajo en equipo. Este desajuste entre competencias reduce la competitividad y obliga a las empresas a invertir más en capacitación interna.

Frente a este escenario, tanto el talento como las empresas deberán adaptarse. Irigoin sugiere que las inversiones en reskilling pueden ayudar a minimizar el impacto de la brecha de habilidades.

“La demanda por flexibilidad llegó para quedarse, y las empresas que se adapten a esta realidad tendrán mejores condiciones para atraer y retener talento”,

concluye.