OREGÓN, EE.UU. – La historia de Nike es un relato de innovación y perseverancia que comenzó en 1964 en Oregón, Estados Unidos. Phil Knight, un joven corredor universitario, y su entrenador Bill Bowerman, fundaron Blue Ribbon Sports con el objetivo de distribuir zapatillas japonesas Onitsuka Tiger. Su meta era ofrecer calzado de calidad a precios más asequibles que los de los fabricantes alemanes, quienes dominaban el mercado en ese momento.
Con recursos limitados, Knight y Bowerman vendían zapatillas desde la maletera de un automóvil en competencias locales de atletismo. Este espíritu emprendedor se combinó rápidamente con la innovación: Bowerman experimentaba con suelas de caucho en wafleras para mejorar la tracción, mientras Knight desarrollaba estrategias comerciales de mayor alcance.
El nacimiento de una marca icónica
En 1971, la compañía adoptó el nombre de Nike, inspirado en la diosa griega de la victoria. El icónico logo “swoosh”, creado por la estudiante de diseño Carolyn Davidson por apenas US$35, se convirtió en uno de los símbolos más reconocibles del mundo.
Nike comenzó enfocándose en el atletismo, pero pronto comprendió que el deporte también era cultura y aspiración. En 1984, firmó un contrato con el joven jugador de baloncesto Michael Jordan, revolucionando no solo la NBA sino también la industria deportiva con la línea Air Jordan.
Este movimiento marcó un antes y un después: Nike no solo vendía zapatillas, vendía un estilo de vida. La compañía fue pionera en asociarse a la narrativa del esfuerzo, la superación y la victoria personal, conectando con generaciones de consumidores.
Expansión global y desafíos
La expansión internacional de Nike fue imparable. En los años noventa, la marca llegó a Latinoamérica, consolidando operaciones a través de distribuidores locales y posicionándose como una marca aspiracional. En Perú, sus productos son vendidos principalmente en tiendas por departamento y Nike Stores oficiales.
Sin embargo, no todo ha sido fácil. En los años noventa, Nike enfrentó críticas por las condiciones laborales en fábricas tercerizadas en Asia. Esto obligó a la empresa a implementar códigos de conducta más estrictos y políticas de sostenibilidad que hoy son parte de su estrategia corporativa.
La competencia también es feroz. Marcas como Adidas y Puma, junto con nuevas empresas enfocadas en nichos específicos, disputan un mercado donde la innovación y la sostenibilidad son claves. Además, el auge del comercio electrónico ha llevado a Nike a reinventar su modelo de negocio, potenciando la venta directa al consumidor a través de plataformas digitales.
Innovación y sostenibilidad
Nike ha sido proactiva en la adopción de la sostenibilidad. Bajo el proyecto “Move to Zero”, la compañía busca reducir su huella de carbono y producir calzado con materiales reciclados. Modelos como el Nike Air VaporMax 2023 Flyknit incorporan plástico reciclado, y la línea Nike Refurbished promueve la economía circular.
La digitalización también se ha convertido en una de sus estrategias más fuertes. Nike ha invertido en experiencias inmersivas a través de aplicaciones móviles y en el metaverso con Nikeland en Roblox, donde los usuarios pueden socializar y personalizar avatares con productos de la marca.
“Son iniciativas de alto costo y riesgo, pero rentables en imagen. Refuerzan la percepción de Nike como una marca trendy y conectada con comunidades digitales”, explica Daniel Chicoma, consultor en Marketing Digital & E-commerce.
Un legado en evolución
Lo que comenzó en un modesto garaje de Oregón hoy es una corporación global que emplea a decenas de miles de personas y genera más de US$46,300 millones en ingresos anuales. A pesar de enfrentar cuestionamientos y una competencia feroz, su capacidad para combinar innovación, marketing y un mensaje inspirador mantiene a Nike como uno de los gigantes más influyentes de la industria deportiva y cultural.
El desafío hacia adelante es mantener esa mística en un mundo donde los consumidores buscan no solo rendimiento y estilo, sino también compromiso social y sostenibilidad.