mar. Sep 9th, 2025

NEPAL – Chandra Bahadur Dangi, reconocido por los Premios Guinness como el hombre adulto más bajo del planeta, falleció el 3 de septiembre de 2015 en Samoa a los 84 años, víctima de neumonía. Con una estatura de 54,6 centímetros y un peso de 12 kilos, su condición física excepcional lo convirtió en una figura internacional durante sus últimos años de vida.

Dangi nació en 1930 en Rimkholi, un pequeño pueblo del distrito de Salyan, Nepal. Fue el menor de siete hermanos en una familia de agricultores y pasó gran parte de su vida en el anonimato, dedicado a tejer cinturones de yute y rafia para vender en los mercados cercanos. Al nacer, pesó apenas 600 gramos y tuvo que ser alimentado con gotas de leche. Nunca fue atendido por un médico ni se le dio un diagnóstico preciso, aunque expertos posteriores estimaron que padecía una variante rara de enanismo primordial.

Un reconocimiento tardío y la fama internacional

Su vida cambió drásticamente en 2012, cuando un comerciante local lo presentó ante las autoridades de Guinness World Records. Tras una medición oficial en Katmandú, fue reconocido como la persona adulta más baja del mundo, lo que despertó el interés de la prensa internacional. Desde entonces, viajó en avión por primera vez, asistió a eventos en distintos países y conoció a Jyoti Amge, la mujer más baja del mundo.

Sin embargo, en un momento de su vida, Dangi expresó que la fama le resultaba agotadora. Aun así, mantuvo un carácter reservado y un sentido del humor sencillo, asegurando que su mayor deseo era que su familia estuviera bien y que se lo recordara como un hombre feliz. Chandra Bahadur no se casó ni tuvo descendencia.

El impacto de su historia y legado

La muerte de Chandra Bahadur Dangi en Samoa ocurrió mientras participaba en la Global Records Expo, un evento internacional que reunía a personas con récords insólitos. Su historia, que pasó de la invisibilidad en una aldea de montaña al reconocimiento mundial, sigue siendo un testimonio único de resiliencia y de la capacidad humana para inspirar asombro.

El caso de Dangi no solo atrajo la curiosidad de millones de personas, sino que también puso de relieve las condiciones de vida de las personas con enanismo en regiones remotas. Según la Organización Mundial de la Salud, el enanismo primordial es extremadamente raro, y la mayoría de los casos no son diagnosticados debido a la falta de acceso a servicios médicos especializados en áreas rurales.

Reflexiones y el futuro de la inclusión

La historia de Chandra Bahadur Dangi invita a una reflexión más amplia sobre la inclusión y el reconocimiento de las personas con condiciones físicas excepcionales. En un mundo donde las diferencias a menudo son vistas como limitaciones, Dangi demostró que la verdadera grandeza no se mide en centímetros.

Expertos en diversidad e inclusión señalan que el reconocimiento de personas como Dangi puede servir como catalizador para un cambio social más amplio. “Es vital que celebremos la diversidad en todas sus formas y promovamos una sociedad donde todos tengan la oportunidad de ser vistos y escuchados,” afirmó un portavoz de una organización internacional dedicada a la defensa de los derechos de las personas con discapacidades.

En última instancia, el legado de Chandra Bahadur Dangi trasciende su récord Guinness. Su vida es un recordatorio de que cada individuo, sin importar su tamaño o condición, tiene el potencial de dejar una huella imborrable en el mundo.