lun. Ago 4th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO – A 25 años de la muerte de Arturo Durazo Moreno, conocido como “El Negro Durazo”, sus declaraciones continúan resonando en la memoria colectiva de México. Durante su mandato como jefe de la Dirección General de Policía y Tránsito (DGPT) del Distrito Federal en el sexenio de José López Portillo, Durazo se autoproclamó como un hombre honesto y trabajador, mientras aseguraba que la capital era “la segunda ciudad más segura del mundo”. Sin embargo, su legado está marcado por acusaciones de corrupción y abuso de poder.

En entrevistas con EL UNIVERSAL, Durazo Moreno afirmó:

“Soy rico, muy rico, pero lo hice con mi trabajo” y “los corruptos caerán por su propio peso”.

Estas declaraciones parecían presagiar su propia caída, ya que investigaciones, libros y cintas en su contra erosionaron su imagen pública, convirtiéndolo en un símbolo de la deshonestidad en las instituciones mexicanas.

La figura polémica de “El Negro Durazo”

Arturo Durazo Moreno era un personaje controvertido en la política mexicana. Su amistad de juventud con el presidente López Portillo le permitió ascender al poder, donde se le acusó de cometer múltiples delitos mientras dirigía la DGPT. En una entrevista de 1978, publicada en primera plana por EL UNIVERSAL, Durazo declaró:

“Nací policía, soy rico, muy hombre y amigo”.

A pesar de sus afirmaciones sobre la seguridad en la Ciudad de México, los índices de criminalidad contaban una historia diferente.

Durante su gestión, Durazo Moreno intentó “tecnificar, moralizar y educar a los policías”, pero las acusaciones de corrupción y abuso de poder persistieron. En otra entrevista, comentó:

“Cuando vine aquí [a la DGPT], muchos sentían que esto era su propiedad… pero yo tengo los pantalones bien fajados y los corrí de aquí”.

Sin embargo, su administración fue criticada por prácticas corruptas y violaciones a los derechos humanos.

La caída de un ícono de la corrupción

Con el tiempo, la imagen de Durazo Moreno comenzó a desmoronarse. En 1981, el periodista Gonzalo Martré escribió en EL UNIVERSAL:

“En esta ciudad, ‘la más segura del mundo’, es más temible la policía que el hampa”.

A medida que su mandato llegaba a su fin, las acusaciones de enriquecimiento ilícito y corrupción se intensificaron, coincidiendo con la “renovación moral” promovida por el presidente Miguel de la Madrid.

En 1983, el libro “Lo Negro del Negro”, escrito por José González González, exjefe de seguridad de Durazo, reveló detalles escandalosos sobre su corrupción. Este testimonio se convirtió en una pieza clave en el proceso penal contra Durazo, quien fue acusado de extorsión, homicidio y abuso de autoridad.

El legado de Arturo Durazo Moreno

El impacto de Durazo Moreno en la política y la sociedad mexicana es innegable. Su historia fue llevada al cine en 1985 con “Lo Negro del Negro”, una película que retrató su vida de corrupción y poder desmedido. Aunque Durazo intentó limpiar su imagen con la película “Durazo, la Verdadera Historia” en 1991, su reputación ya estaba manchada.

Arturo Durazo Moreno cumplió una condena de ocho años y fue liberado en 1992, prohibiéndosele ocupar cargos públicos. Falleció el 5 de agosto de 2000, dejando un legado de corrupción que aún resuena en la política mexicana. Su caso es un recordatorio de los peligros del poder sin control y la necesidad de transparencia en las instituciones públicas.

La historia de “El Negro Durazo” es un ejemplo de cómo el poder puede corromper y cómo la justicia finalmente alcanza a aquellos que abusan de su posición. Sus palabras,

“los corruptos caerán por su propio peso”,

resuenan como un eco irónico de su propio destino.