sáb. Jul 26th, 2025

WASHINGTON, EE.UU. – Durante unos días de diciembre de 2010, el mundo se dejó llevar por la posibilidad de haber encontrado vida extraterrestre. La NASA había convocado a la prensa para revelar un “descubrimiento astrobiológico” que prometía revolucionar la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Sin embargo, este jueves, la prestigiosa revista Science ha decidido retractar el estudio que en su momento generó una de las mayores controversias científicas de la historia reciente.

El estudio, realizado por 12 científicos de la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos, afirmaba haber descubierto una forma de vida alternativa en el lago Mono de California, que supuestamente se alimentaba de arsénico, un elemento letal para la mayoría de los organismos conocidos. “Retractamos el estudio”, escribió Holden Thorp, director de la revista, en un editorial publicado este jueves. Thorp atribuye la decisión a la polémica continua que ha rodeado al estudio desde su publicación.

El contexto del descubrimiento

En el momento de su publicación, el estudio fue recibido con escepticismo por parte de la comunidad científica. Aunque Science tardó meses en publicar la versión final del trabajo, lo hizo junto a comentarios de otros expertos que cuestionaban sus conclusiones. Un año después, dos equipos independientes intentaron replicar los resultados, sin encontrar evidencia de que la bacteria pudiera integrar arsénico en su ADN. El hallazgo contradecía el principio de que todas las formas de vida conocidas se basan en seis elementos químicos: carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, fósforo y azufre.

Según las normas de la revista, un estudio solo puede ser retractado si se demuestra que los datos fueron manipulados deliberadamente. Aunque no hay pruebas de tal manipulación, Thorp explica que los criterios se han ampliado desde entonces. Un comité independiente de ética revisó el caso y decidió retractar el trabajo. En un blog publicado junto al anuncio, Thorp y Valda Vinson, editora ejecutiva de Science, admiten: “Por varias razones, este estudio se publicó a pesar de tener datos inconsistentes, incluidas la revisión por pares y las decisiones editoriales. Nos hacemos responsables del papel que desempeñamos en la publicación del estudio”.

Reacciones y críticas

Once de los 12 autores originales, excepto uno que falleció en 2021, han rechazado la retractación y defienden la veracidad de su artículo. Critican especialmente el cambio de criterio de Science, argumentando que este nuevo estándar va más allá de la integridad científica. “Rechazamos este nuevo estándar”, escriben en una carta a la revista, “Las disputas sobre las conclusiones de los estudios científicos son un proceso normal de la ciencia”.

Felisa Wolfe-Simon, la principal voz detrás del estudio, fue duramente criticada tras la publicación. La investigadora dejó la NASA y, tras no poder continuar su carrera científica, se convirtió en intérprete profesional de oboe. “Me convertí en radioactiva”, ha declarado Wolfe-Simon, refiriéndose al aislamiento que sufrió.

Otros científicos, como Chris McKay de la NASA, han continuado sus carreras a pesar de controversias similares. La diferencia, según algunos, es que en 2010 el internet ya permitía linchamientos públicos en tiempo real, más allá de la revisión por pares que requiere la ciencia.

Opiniones de expertos

Pepa Antón, bióloga de la Universidad de Alicante, recuerda bien el caso. “Mantener que el ADN puede basarse en arsénico es algo muy drástico”, explica. La científica critica el papel de la revista: “Me alucina cómo en ciencia a veces aparecen facciones rivales como si fuera fútbol”.

Ricardo Amils, del Centro de Astrobiología de Madrid, fue uno de los defensores del estudio. “La retractación del estudio es bastante rara”, comenta, señalando que los artículos que refutaron el trabajo no replicaron las condiciones originales del experimento.

César Ángel Menor, catedrático de Bioquímica, considera la polémica un caso de estudio. “Usábamos este artículo como ejemplo de ciencia errónea”, explica. Aunque no está de acuerdo con la retractación, reconoce que no hubo mala conducta por parte de los autores.

Implicaciones y futuro

La retractación del estudio plantea preguntas sobre el papel de los medios y las instituciones científicas en la difusión de descubrimientos. Andrés de la Escosura, de la Universidad Autónoma de Madrid, señala que el anuncio original fue excesivamente mediático. “Cabe preguntarse si todo ese debate ha sido realmente productivo”, reflexiona.

El caso del lago Mono subraya la importancia de la revisión crítica y la replicación en la ciencia. Aunque el estudio ha sido retractado, el debate sobre la vida alternativa continúa, recordándonos que la ciencia es un proceso en constante evolución.