KATMANDÚ, NEPAL – En las bulliciosas calles de Katmandú, donde el tráfico y la contaminación son una constante, un cambio silencioso está transformando el paisaje urbano. Los vehículos eléctricos, una vez una rareza, ahora se deslizan con un zumbido casi imperceptible, ofreciendo una alternativa limpia y eficiente a los tradicionales motores de combustión interna.
El año pasado, los vehículos eléctricos representaron el 76% de todas las unidades de pasajeros vendidas en Nepal, un salto impresionante desde casi cero hace cinco años. Este avance coloca a Nepal entre los líderes mundiales en adopción de vehículos eléctricos, solo superado por países como Noruega y Singapur. Este cambio no solo está mejorando la calidad del aire en el extenso valle de Katmandú, sino que también está reduciendo la dependencia del país de los combustibles fósiles importados.
Políticas Gubernamentales y el Impulso Chino
El éxito de Nepal en la transición hacia los vehículos eléctricos se debe en gran parte a las políticas gubernamentales que han sabido aprovechar la abundante energía hidroeléctrica del país. Según Mahesh Bhattarai, director general del Departamento de Aduanas de Nepal, “utilizar vehículos eléctricos es una ventaja comparativa”.
China, el mayor fabricante mundial de vehículos eléctricos, ha jugado un papel crucial en este cambio. Sus modelos asequibles han inundado el mercado nepalí, ofreciendo una alternativa viable a los vehículos de gasolina y diésel. Esta situación contrasta con las políticas de Estados Unidos y Europa, que han impuesto restricciones a los vehículos eléctricos chinos para proteger sus industrias automovilísticas nacionales.
“Nos interesa asegurarnos de que este rápido crecimiento en estos mercados emergentes no siga la misma trayectoria que los mercados desarrollados”, dijo Rob de Jong, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Desafíos y Oportunidades
A pesar de los avances, Nepal enfrenta desafíos significativos. El país ha invertido considerablemente en subsidios para vehículos eléctricos, y cualquier reducción abrupta podría frenar el progreso. Además, la infraestructura de carga, aunque en expansión, aún no es suficiente para cubrir todo el país.
El Banco Asiático de Desarrollo ha sido clave en el financiamiento de la infraestructura necesaria para soportar esta transición, incluyendo presas y redes de recarga. Sin embargo, Arnaud Cauchois, jefe de la misión residente del banco en Nepal, advierte sobre el riesgo de retroceso si no se mantienen las políticas actuales.
Además, el aumento de aranceles y la falta de un plan para el reciclaje de baterías son preocupaciones crecientes. La estabilidad política también juega un papel crucial, ya que los cambios de gobierno pueden alterar las prioridades y afectar la continuidad de las políticas.
El Futuro del Transporte en Nepal
Para que Nepal logre una transformación completa, no solo se deben electrificar los vehículos privados, sino también el transporte público. Actualmente, la mayoría de los nepalíes dependen de motocicletas y autobuses a gasolina. Chiri Babu Maharjan, alcalde de Lalitpur, está trabajando para reducir el número de vehículos de combustible fósil en su ciudad, pero reconoce que es un desafío monumental.
La empresa de autobuses Sajha Yatayat, en su mayoría propiedad del Estado, está liderando el cambio hacia un transporte público eléctrico. Con el apoyo del gobierno, han introducido 41 autobuses eléctricos, pero se necesitan muchos más para hacer una diferencia significativa.
“El valle de Katmandú está esperando a que alguien active un plan”, dijo Kanak Mani Dixit, ex presidente de Sajha. “Este es el momento exacto en que los autobuses eléctricos han hecho su entrada. Y, de repente, dentro de otros cinco años las cosas podrían ser muy distintas”.
China también ha ofrecido su apoyo, prometiendo donar 100 autobuses eléctricos más, lo que podría acelerar la transición. Sin embargo, para que el cambio sea sostenible, Nepal necesitará una planificación a largo plazo y un compromiso continuo con políticas que favorezcan la adopción de tecnologías limpias.
En conclusión, Nepal está en camino de convertirse en un modelo para otros países en desarrollo que buscan mejorar la calidad del aire y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, el éxito a largo plazo dependerá de la estabilidad política y la capacidad de mantener y expandir las infraestructuras necesarias para soportar un futuro eléctrico.