jue. Jul 17th, 2025

BOGOTÁ/CARACAS – Un grupo de investigadores ha calificado como una “injusticia científica” la falta de datos necesarios para comprender el papel del cambio climático en las intensas lluvias que azotaron Colombia y Venezuela a finales de junio. Estas precipitaciones provocaron un deslizamiento de tierra en Granizal, Medellín, que resultó en la muerte de 27 personas y desplazó a más de 4.700 personas en los estados venezolanos de Mérida, Trujillo y Táchira.

La organización World Weather Attribution (WWA), que se dedica a determinar el impacto del cambio climático en eventos extremos, señaló que los resultados de su análisis sobre estas lluvias fueron “poco concluyentes”. Friederike Otto, profesora del Imperial College de Londres y fundadora de WWA, explicó que la complejidad de los factores que impulsan las lluvias en la región, junto con la falta de “datos de observación a largo plazo”, complican la atribución climática. Además, los modelos climáticos actuales, diseñados principalmente para el norte global, no se adaptan bien a las condiciones tropicales.

Desafíos en la atribución climática

El equipo de WWA centró su análisis en dos eventos: en Colombia, las lluvias en la cuenca del río Magdalena, y en Venezuela, las precipitaciones en las cuencas de Falcón y Maracaibo. En Venezuela, las lluvias más intensas se registraron en los estados de Barinas, Táchira, Trujillo, Mérida, Portuguesa y Apure durante cinco días.

En Venezuela, las precipitaciones estuvieron asociadas al paso de una onda tropical, mientras que en Medellín, Colombia, se observó un patrón acumulativo de lluvias desde febrero, un mes que normalmente es seco. Paola Arias, profesora de la Universidad de Antioquia, destacó que las lluvias en abril y junio duplicaron el promedio histórico de esos meses, contribuyendo a la saturación del suelo y aumentando el riesgo de deslizamientos de tierra.

Impacto y preparación para el futuro

El informe de WWA indica que, aunque las lluvias no fueron eventos raros según los datos históricos, el clima actual, que ya es 1,3 °C más cálido que en la era preindustrial, podría hacer que estos eventos sean más frecuentes. Sin embargo, la falta de datos impide determinar con certeza el papel del cambio climático en estos eventos específicos.

Mariam Zachariah, investigadora asociada del Imperial College de Londres, afirmó que la falta de conclusiones definitivas no significa que el cambio climático no tenga un papel, sino que refleja la falta de confianza en los modelos actuales. Paola Arias añadió que, aunque no está claro si el cambio climático incrementó las lluvias, es casi seguro que está aumentando el riesgo de olas de calor, sequías e incendios en la región.

Necesidad de inversión en ciencia climática

La falta de datos y la complejidad de los fenómenos climáticos en el norte de Sudamérica subrayan la necesidad de que Colombia y Venezuela se preparen para una variedad de escenarios climáticos. Las expertas advirtieron que el desplazamiento interno y la deforestación han aumentado la vulnerabilidad a deslizamientos de tierra y otros desastres naturales.

Paola Arias concluyó que es urgente invertir en ciencia climática para comprender mejor los riesgos cambiantes y prepararse para el futuro. “Más ciencia salvará vidas”, afirmó, recordando la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el derecho a la ciencia, que incluye el derecho a participar en el progreso científico y beneficiarse de sus avances sin discriminación.