jue. Sep 11th, 2025

MADRID, ESPAÑA – Cada año, alrededor de 10,000 personas en España reciben el diagnóstico de cáncer de páncreas, un tipo de cáncer que, aunque no es el más común, sí es uno de los más mortales. En 2023, 8,140 pacientes fallecieron a causa de este tumor, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), marcando la cifra más alta en dos décadas.

La incidencia de este tipo de cáncer ha crecido un 83.6% en los últimos 20 años, y ni siquiera la pandemia detuvo su avance. Parte del problema radica en su diagnóstico tardío, ya que los síntomas iniciales como el dolor de espalda, la pérdida de peso, o una pancreatitis suelen pasar desapercibidos.

Innovación en la investigación del cáncer

Un equipo del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA) trabaja incansablemente para enfrentar este desafío, con Alejandra González a la cabeza. Esta investigadora, con una destacada formación internacional, está desarrollando una estrategia innovadora para mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer de páncreas.

El enfoque de González no es atacar directamente las células cancerígenas, sino modificar el entorno que las rodea para facilitar la acción de los tratamientos. “Queremos liberar el tumor, hacerlo más permeable”, explica González. Su equipo busca inducir la formación de vasos linfáticos para drenar el líquido acumulado en el tumor, reduciendo así su presión interna.

Un enfoque revolucionario

La investigación de González utiliza modelos animales y tecnología avanzada para estudiar la evolución del cáncer en vivo. “Nos permiten entender cómo crecen las células y cómo la rigidez del entorno afecta la llegada de los medicamentos”, señala. Este enfoque podría cambiar radicalmente la forma en que se abordan los tumores, haciéndolos más vulnerables a las terapias existentes.

Trayectoria y reconocimiento

Alejandra González cuenta con una trayectoria académica y profesional notable. Se licenció en Bioquímica en Salamanca, realizó un Erasmus en Manchester, y completó un doctorado en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Madrid. Su interés por la biología vascular la llevó a Lausana, Suiza, donde descubrió cómo los vasos sanguíneos y linfáticos pueden influir en los tratamientos oncológicos.

En 2022, regresó a España con una beca María Zambrano, decidida a aplicar sus conocimientos en su país natal. Actualmente, su trabajo cuenta con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III y del Gobierno de Aragón, lo que le permite dedicarse plenamente a la investigación.

Un símbolo de la nueva generación

González se ha convertido en un símbolo de la nueva generación de investigadoras que combinan innovación tecnológica y sensibilidad humana. Su trabajo ha sido reconocido con el premio L’Oréal-UNESCO ‘For Women in Science’. Este reconocimiento no solo destaca su excelencia científica, sino también su papel en la construcción de una comunidad científica más competitiva y representativa.

“Reconocer a estas jóvenes investigadoras no solo significa respaldar proyectos de altísimo nivel, sino construir una comunidad más competitiva y representativa”, declara Juan Alonso de Lomas, CEO de L’Oréal España y Portugal.

El futuro de la lucha contra el cáncer

El trabajo de González podría tener implicaciones más allá del cáncer de páncreas. Si su estrategia tiene éxito, podría aplicarse a otros tumores con entornos físicos similares, como el cáncer colorrectal. La idea es simple pero prometedora: mejorar la eficacia de las terapias eliminando las barreras físicas que las frenan.

La comunidad científica en España y en el mundo observa con interés los avances de González y su equipo. Otros laboratorios, como el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, estudian estrategias similares para mejorar la permeabilidad de los tumores y aumentar la eficacia de los tratamientos.

En el ámbito de la inmunoterapia, ensayos clínicos recientes han mostrado que vacunas experimentales pueden entrenar al sistema inmunitario para atacar células cancerígenas resistentes. Estos avances, junto con la investigación de González, sugieren que la ciencia está comenzando a ganar terreno en la lucha contra un enemigo que durante décadas se consideró casi imbatible.

Con cada experimento, González y su equipo avanzan en una carrera contra el tiempo para transformar un cáncer mortal en un oponente más vulnerable, no solo en el páncreas, sino potencialmente en otros tipos de tumores.