lun. Ago 4th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – En el dinámico mundo laboral actual, los líderes enfrentan el desafío constante de mantener a sus equipos motivados y alineados. El éxito no es un estado permanente; requiere una renovación continua. En momentos de reestructuración, tensiones internas o cambios estratégicos, un equipo puede necesitar más que un simple ajuste: necesita un relanzamiento.

Basándonos en nuestra experiencia con cientos de equipos en la última década, presentamos una guía para ayudar a los líderes a revitalizar sus equipos y encaminarlos hacia el éxito.

Diagnosticar antes de actuar

Uno de los errores más comunes que cometen los líderes es apresurarse a implementar cambios sin antes diagnosticar los problemas subyacentes. Esto puede llevar a que los problemas empeoren. Antes de tomar acción, es crucial preguntarse: ¿Está el equipo alineado en cuanto a propósito, objetivos y prioridades?

Es importante reconocer que no todos los miembros del equipo se sentirán cómodos expresando sus preocupaciones abiertamente, especialmente en entornos grupales. Factores como las normas culturales, la historia personal y las dinámicas de poder pueden influir en la comunicación. El objetivo no es forzar la apertura, sino descubrir lo que realmente está ocurriendo de una manera que funcione para el equipo. Solo así se podrán abordar las causas raíz y relanzar con intención.

Construir confianza

El relanzamiento de un equipo comienza con la reconstrucción de la seguridad psicológica. Crear un entorno donde las personas se sientan seguras para expresarse, compartir sus experiencias y cuestionar ideas es fundamental. Aquí algunos pasos para empezar:

  • Lidere con vulnerabilidad: Realice una revisión del equipo para comprender cómo están los miembros a nivel personal y profesional.
  • Fomente el diálogo abierto: Utilice retrospectivas estructuradas del equipo para promover la comunicación.
  • Permita la retroalimentación constructiva: Establezca un proceso donde la retroalimentación sea una responsabilidad compartida.

Clarificar el propósito del equipo

Los equipos se unen en torno a visiones claras e inspiradoras, especialmente durante períodos de cambio. Para lograr la alineación necesaria, sea transparente sobre los desafíos mientras enfoca al equipo en el futuro:

  • Aclare la visión general: Defina el mapa estratégico para alcanzar los objetivos.
  • Reafirme el propósito y valor del equipo: Destaque su importancia para la organización y los clientes.
  • Establezca un tono orientado al futuro: Inspire optimismo y sentido de agencia.

Aclarar las formas de trabajo en equipo

La desalineación a menudo proviene de la confusión sobre los roles y prioridades. Para evitar esto, considere:

  • Roles y responsabilidades: Asegúrese de que todos sepan lo que se espera de ellos.
  • Procesos de toma de decisiones: Aclare quién toma qué decisiones y cómo se recaba la opinión del equipo.
  • Normas y expectativas del equipo: Defina comportamientos esperados, cadencia de reuniones y momentos para retroalimentación.

Construir sobre los éxitos

Para que el relanzamiento sea sostenible, es esencial enfocarse en las victorias rápidas que demuestren progreso positivo. Identifique uno o dos objetivos visibles y alcanzables que puedan lograrse en los primeros 30 a 60 días y reconozca a los miembros del equipo por sus logros.

Los pequeños éxitos generan confianza y refuerzan la dinámica positiva del equipo. La energía de un equipo se moldea por sus interacciones diarias, éxitos y fracasos. El relanzamiento es un buen momento para introducir o renovar rituales que fomenten la alineación y el compromiso, como las reuniones quincenales.

Mantener el impulso

Un relanzamiento no es un evento único: es un proceso continuo. Para mantener el impulso, considere:

  • Seguimiento del progreso: Monitoree los nuevos objetivos y prioridades del equipo.
  • Microretroalimentación: Proporcione retroalimentación frecuente, breve y enfocada.
  • Reevaluación periódica: Ajuste lo que está funcionando y lo que no.

Relanzar un equipo no es una señal de fracaso, sino de liderazgo. Al tomarse una pausa para reevaluar, reiniciar y realinear, los líderes pueden reenergizar a sus equipos, fortalecer la confianza y construir la claridad e impulso necesarios para un desempeño sostenido en un entorno cambiante.

Por: Alyson Meister e Ina Toegel