dom. Jul 27th, 2025

SANTIAGO DE CHILE, CHILE – Alfredo Jaar, el renombrado artista chileno, se ha consolidado como una voz crítica en el mundo del arte contemporáneo, utilizando su obra para abordar complejas problemáticas geopolíticas y ambientales. Con 69 años, Jaar sigue siendo una figura influyente, destacándose por su enfoque en la extracción de tierras raras y minerales críticos, un tema que ha cobrado relevancia mundial en los últimos años.

Su obra más reciente, The End of the World, fue exhibida en KINDL, un espacio de arte contemporáneo en Berlín, y próximamente se presentará en Bruselas y en el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba. La pieza, un pequeño cubo de cuatro centímetros compuesto por capas de diez minerales críticos, simboliza la dependencia tecnológica y militar del mundo moderno de estos recursos escasos.

El arte como herramienta política

Jaar, quien reside en Nueva York desde 1982, es conocido por su capacidad para integrar la política y el arte. Su enfoque conceptual le ha permitido explorar temas como la explotación minera y sus consecuencias en los países del sur. “El arte es político. Cualquier creación humana contiene una dimensión ideológica”, afirma Jaar, subrayando la importancia de la conciencia social en su trabajo.

El artista ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile y la Medalla Edward MacDowell, uniéndose a figuras como Jasper Johns y Norman Mailer. Su trayectoria incluye participaciones en prestigiosas bienales como las de Venecia, São Paulo y Whitney, así como en la Documenta de Kassel.

Minerales críticos y tensiones globales

El ensayo que acompaña a The End of the World, escrito por Adam Bobbette, profesor de la Universidad de Glasgow, expone las implicaciones sociales y políticas de la minería de minerales críticos. Bobbette describe cómo el cambio climático y la búsqueda de tecnologías renovables intensifican los conflictos por los recursos, contribuyendo a la devastación ecológica y social.

Jaar destaca la posición dominante de China en el mercado de tierras raras, controlando el 80% de estos recursos esenciales para la fabricación de dispositivos electrónicos. “Sin ellas no se pueden fabricar computadoras, ni teléfonos ni baterías eléctricas”, explica Jaar, quien ve en esta dependencia una fuente potencial de conflictos internacionales.

El impacto humano de la minería

La explotación de minerales como el cobalto, extraído principalmente en la República Democrática del Congo, está asociada a violaciones de derechos humanos y condiciones laborales deplorables. “Todos nuestros teléfonos inteligentes contienen cobalto extraído mediante mano de obra infantil”, señala Jaar, destacando la complejidad moral de la tecnología moderna.

El artista también critica las estrategias divergentes de China y Estados Unidos en su búsqueda de recursos. Mientras China ha implementado la Iniciativa Franja y Ruta para asegurar su acceso a materias primas, Estados Unidos ha estado involucrado en conflictos bélicos en Oriente Próximo, con altos costos humanos y financieros.

Reflexiones sobre el futuro

Jaar, cuya familia es de origen palestino, ha decidido abandonar Estados Unidos debido a su descontento con la administración actual. “No quiero vivir bajo la dictadura de Trump”, declara, comparando la situación política actual con la dictadura militar que vivió en Chile. Su decisión refleja una tendencia creciente entre artistas y académicos que buscan nuevos horizontes en respuesta a cambios políticos.

El artista concluye con una reflexión sobre el papel del arte en tiempos de crisis. “Jamás he sido optimista. Creo en Gramsci, que era pesimista por intelecto y optimista por voluntad. Siempre he utilizado esa lógica: cuando observo lo que sucede, soy muy pesimista, pero mi voluntad tiene que ser optimista. Si no, me pego un tiro y hasta ahí he llegado”.