mié. Jul 2nd, 2025

SEVILLA, ESPAÑA – En la jornada inaugural de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, lanzó una advertencia contundente: el motor del desarrollo sostenible, la financiación, está en peligro de ahogarse. Este evento, que reúne a líderes mundiales en Sevilla, busca abordar los desafíos financieros que enfrentan tanto países desarrollados como en desarrollo.

Guterres destacó que durante décadas, la misión del desarrollo sostenible ha logrado unir a naciones de todo el mundo, permitiendo avances significativos como la reducción de la pobreza y el hambre, mejoras en los sistemas de salud, mayor acceso a la educación y el fortalecimiento de las redes de seguridad social. Sin embargo, advirtió que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está en riesgo, con dos tercios de sus metas rezagadas.

Desafíos y objetivos urgentes

El secretario general subrayó que la crisis actual se refleja en familias que pasan hambre, niños que no reciben vacunas y niñas que abandonan la escuela. Frente a estos desafíos, Guterres enfatizó la necesidad de cambiar el rumbo y reactivar el motor del desarrollo, acelerando la inversión a la escala y velocidad necesarias. La conferencia en Sevilla busca precisamente acordar un compromiso global para reparar y mejorar el apoyo a los países en desarrollo.

En su discurso, Guterres delineó tres esferas de acción esenciales. La primera implica hacer fluir los recursos para que los países puedan invertir en áreas de alto impacto como la educación, la atención sanitaria, la protección social, el trabajo decente y la energía renovable. Para lograrlo, sugirió reforzar los sistemas tributarios y combatir los flujos financieros ilícitos y la evasión fiscal.

Reparación del sistema de deuda

Guterres también abogó por la reparación del sistema mundial de la deuda, calificándolo de insostenible, injusto e inasequible. Con un servicio de la deuda que asciende a 1,4 billones de dólares anuales, los países necesitan un sistema que abarate el costo del endeudamiento y facilite la reestructuración justa y oportuna de la deuda.

El Compromiso de Sevilla, según Guterres, sienta las bases para esta reforma, proponiendo la creación de un registro único de la deuda para mayor transparencia, reduciendo el costo del capital mediante canjes de deuda y apoyando la gestión de la deuda. Además, sugirió suspender el servicio de la deuda en épocas de emergencia.

Participación en la arquitectura financiera global

Finalmente, Guterres instó a incrementar la participación de los países en desarrollo en las instituciones financieras globales. Propuso la creación de un foro de prestatarios que fomente el aprendizaje común y la acción coordinada en materia de deuda. Insistió en que esta conferencia no se trata de caridad, sino de restablecer la justicia y permitir que todos vivan con dignidad, además de invertir en el futuro colectivo.

El secretario general concluyó su intervención subrayando la importancia de que los bancos multilaterales y nacionales de desarrollo se unan para financiar grandes inversiones, lo que permitiría triplicar la capacidad de préstamo. También destacó la necesidad de soluciones de financiación innovadora para facilitar el capital privado.

La conferencia en Sevilla representa un esfuerzo crucial para abordar estos problemas y establecer un camino claro hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. A medida que las discusiones continúan, la comunidad internacional observa con expectativa los compromisos que se puedan alcanzar para revitalizar el motor del desarrollo global.