Yogur griego vs. natural: ¿Cuál es la mejor opción?

SAN FRANCISCO, EE.UU. – El yogur, un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo, ha evolucionado desde sus humildes comienzos como un remedio médico hasta convertirse en un producto de consumo masivo. La historia del yogur se remonta al siglo I, cuando se conocía una variante fermentada llamada oxygala. Sin embargo, su uso en la medicina no se documentó hasta el siglo XVI en la corte del rey Francisco I de Francia.

En la actualidad, Turquía lidera el consumo mundial de yogur, con un promedio de 27 kilos por persona al año. A pesar de su popularidad, la elección entre yogur natural y griego sigue siendo un tema de debate. Bree Phillips, dietista registrada del hospital UCSF Health en Estados Unidos, ofrece una perspectiva experta sobre esta cuestión.

El debate entre yogur griego y natural

Phillips destaca que el yogur griego es conocido por su alta concentración de proteínas. “El yogur griego es una opción con mayor densidad proteica en comparación con el yogur normal. Es rico en caseína, una proteína de digestión lenta que favorece la saciedad y ayuda a mantener la masa muscular”, explica. Sin embargo, también señala que el proceso de colado del yogur griego puede resultar en una pérdida de calcio, y su sabor más ácido no es del agrado de todos.

Por otro lado, el yogur natural se caracteriza por su suavidad y mayor contenido de calcio. “El yogur normal es más suave, de sabor más delicado y con mayor contenido de calcio”, añade Phillips. Esta variante puede ser más adecuada para quienes prefieren una textura ligera y buscan un aporte extra de calcio.

Opiniones de expertos y comparaciones

Carla Hernández, dietista de Los Ángeles, coincide en que no hay una opción “mejor” entre el yogur griego y el natural. “Ambos son opciones lácteas nutritivas y elaboradas con alimentos integrales, con perfiles nutricionales ligeramente diferentes”, comenta.

Hernández prefiere el yogur natural por su versatilidad. “Es ligero, cremoso y tiene un dulzor suave natural que lo hace fácil de usar, ya sea para mezclarlo en un batido, combinarlo con fruta o preparar algo como un pudín de chía”, explica. Además, menciona que el yogur natural puede tener una ligera ventaja para la salud ósea debido a su contenido de calcio, aunque la diferencia es mínima.

Implicaciones para la salud y el bienestar

La elección entre yogur griego y natural depende en gran medida de los objetivos personales de salud. Phillips recomienda el yogur griego para quienes buscan un aporte extra de proteínas y mayor saciedad. Por otro lado, el yogur natural es ideal para aquellos que prefieren una textura más ligera o buscan un mayor aporte de calcio.

Ambos tipos de yogur proporcionan nutrientes esenciales como proteínas, magnesio, vitamina D, vitamina K y fósforo. “Lo que realmente importa es el panorama general; la fortaleza ósea depende de más que solo calcio”, concluye Hernández.

A medida que los consumidores se vuelven más conscientes de sus elecciones alimentarias, comprender las diferencias nutricionales entre el yogur griego y el natural puede ayudar a tomar decisiones más informadas. Con el aumento del interés en la salud y el bienestar, estos productos lácteos seguirán desempeñando un papel importante en las dietas de todo el mundo.