lun. Ago 4th, 2025

LIMA, PERÚ – Los bomberos en Lima, conocidos por su heroica labor en situaciones de emergencia, enfrentan un desafío crítico: el tráfico vehicular de la ciudad. Este problema está retrasando significativamente su tiempo de respuesta, poniendo vidas en riesgo.

El Brigadier Mayor CBP Freddy Rivera Guevara, Comandante Departamental de Lima Centro, ha expresado su preocupación por las demoras causadas por el caos vehicular. “Nos encontramos en un espacio reducido para poder pasar. No solo es el tema de autos, buses o combis, sino también las motos que no cumplen y se meten en un carril que no les corresponde. Hay que estar más alertas que antes”, señaló.

El impacto del tráfico en la respuesta de emergencia

El Capitán CBP Walter Huatuco Balbuena, Coordinador Nacional del Programa de Atención Prehospitalaria de DIGEFA, explica que el tiempo ideal para atender una emergencia médica debería ser de 5 a 8 minutos. Sin embargo, este estándar es raramente alcanzado debido a las limitaciones en los accesos terrestres. “Las ciudades de nuestra capital no han sido construidas en un sistema de atención médica. Han sido construidas o diseñadas con base en las necesidades de expandirse”, indicó.

En un caso hipotético, si una emergencia ocurre a las 7:00 p.m. en la Plaza Bolognesi y se necesita trasladar a un paciente al Hospital Loayza, el tiempo estimado de 5 minutos puede extenderse a 15 o 20 minutos debido a la congestión vehicular.

“En la medida en que pase el tiempo, se agudiza más la situación clínica de la persona”, advirtió Huatuco.

Obras y falta de comunicación agravan la situación

El Teniente CBP César Escobar Quiroz, con 15 años de experiencia como piloto de emergencias, señala que el crecimiento urbano y el aumento del parque automotor complican aún más la situación. “Como piloto, no solo debo estar pendiente de las horas picos de la ciudad, sino de las calles o jirones que se encuentran cerrados. Casas roban parte de las calles o autos estacionados en sentido contrario. Todos esos detalles van sumando al tiempo”, expresó.

Al ser consultado sobre la comunicación con entidades municipales, el Comandante Rivera afirmó que no existe una comunicación formal con los municipios o las entidades que realizan obras. “Si hacen un corte para hacer una instalación eléctrica, de agua o gas, cierran calles y eso no nos comunican”, agregó.

Proyecto 911: una solución en el horizonte

Desde el 2021, se ha propuesto unificar los números de emergencia bajo el Proyecto 911. Sin embargo, a pesar de los avances, el desarrollo completo de la intercomunicación aún está lejos. “Ya no es un sueño, se está haciendo realidad… pero todavía está muy lejos de poder tener el desarrollo total de la intercomunicación en un solo local”, relató el Comandante de Lima Centro.

El congestionamiento también se ve afectado por las ciclovías, las cuales, aunque son una buena alternativa de micromovilidad, fueron implementadas sin considerar el propósito principal de las avenidas. “Evita transitar por calles con ciclovías porque son verdaderos cuellos de botella”, comentó el Teniente Escobar.

Falta de infraestructura hospitalaria

El Capitán Huatuco Balbuena criticó la escasez de hospitales en la ciudad, lo que limita la rápida atención de los pacientes. “Si se hace un análisis de cuántos hospitales tiene Lima, nos vamos a dar cuenta de que no hay… La posibilidad de que un paciente llegue rápido a un hospital es limitada”, sentenció.

La distribución desigual de los centros de salud, concentrados principalmente en el centro de la ciudad, agrava la situación. “Una ambulancia que atiende una emergencia en un distrito que no tiene hospital, tiene que ir a otro y eso limita más la atención”, explicó Huatuco.

En conclusión, el tiempo de respuesta de los bomberos en Lima se ve afectado por varios factores, desde el tráfico vehicular hasta la falta de infraestructura adecuada. Mientras el Proyecto 911 ofrece una esperanza de mejora, la necesidad de una mejor planificación urbana y una cultura de prevención más robusta es evidente. Las autoridades y la ciudadanía deben trabajar juntos para garantizar que las emergencias sean atendidas con la rapidez y eficiencia que las vidas humanas demandan.