mié. Jul 2nd, 2025

NUEVA YORK, EE.UU. – Jack White y Meg White, los miembros de la icónica banda The White Stripes, han presentado una demanda contra el expresidente Donald Trump. Acusan al político de una “apropiación indebida flagrante” por utilizar sin permiso su emblemática canción ‘Seven Nation Army’ en un vídeo de campaña.

La controversia surgió después de que Margo Martin, subdirectora de comunicaciones de la campaña de Trump, publicara en redes sociales un vídeo del candidato republicano abordando un avión hacia Wisconsin, mientras sonaba de fondo la famosa canción de la banda estadounidense.

Jack White, en un tono desafiante, advirtió a través de Instagram: «Ni se les ocurra pensar en usar mi música, fascistas. Mis abogados van a presentar una demanda por esto (que se sumará a las 5.000 que ya tienes)». El músico compartió la primera página de la demanda presentada en un tribunal de Nueva York, acompañada de la frase «Esta máquina demanda a los fascistas», en un claro guiño al lema del cantautor Woody Guthrie.

Detalles de la demanda

La demanda por violación de derechos de autor presentada por Jack y Meg White exige “daños monetarios significativos”. Alegan que la campaña de Trump no solicitó ni obtuvo permiso para usar la canción y no respondió a los intentos previos de resolver el asunto de manera amistosa.

Además, los integrantes de The White Stripes expresaron su oposición a las políticas de Trump, tanto durante su presidencia como en las propuestas para un posible segundo mandato. En su demanda, afirman que ‘Seven Nation Army’ es «una de las obras musicales más conocidas e influyentes de todos los tiempos», y que Trump ha intentado «generar apoyo financiero y de otro tipo para su campaña y candidatura a costa de los demandantes».

Un patrón recurrente

La canción, lanzada en 2003 en el álbum ‘Elephant’, ha alcanzado cifras de reproducción impresionantes en Spotify, con más de 1.743 millones de reproducciones. Este caso se suma a una serie de enfrentamientos entre artistas y Trump por el uso no autorizado de música. Figuras como Neil Young, Beyoncé, Foo Fighters y Céline Dion también han protestado por el uso de sus obras en eventos políticos sin consentimiento.

Recientemente, un juez federal en Atlanta emitió una orden para impedir que la campaña de Trump reproduzca ‘Hold On, I’m Coming’, tras una demanda de la familia de Isaac Hayes, coautor del clásico. Este tipo de litigios subraya la creciente tensión entre el mundo del entretenimiento y la política, donde los derechos de autor se han convertido en un campo de batalla.

Implicaciones y análisis futuro

El caso de The White Stripes podría sentar un precedente importante en la protección de los derechos de autor en campañas políticas. Expertos legales señalan que, aunque las campañas políticas a menudo reclaman el uso justo de la música bajo ciertas condiciones, los artistas tienen derecho a proteger su obra de asociaciones no deseadas.

En un mundo cada vez más digital, donde la música y los vídeos se comparten ampliamente en plataformas sociales, el control sobre el uso de contenido creativo se ha vuelto más complicado. Este caso podría influir en cómo las campañas políticas gestionan el uso de música en el futuro, obligando a una revisión más estricta de los permisos y licencias.

Con la demanda en curso, el desenlace de este enfrentamiento legal podría tener repercusiones significativas para la industria musical y la política, estableciendo límites más claros sobre el uso de propiedad intelectual en el ámbito público.