GRANADA, ESPAÑA – Superstruct Entertainment, el conglomerado de festivales bajo el control del fondo estadounidense KKR, concluye una temporada de festivales con cifras récord de asistencia y ventas en España y Europa, a pesar de enfrentar un boicot promovido por el movimiento BDS. Este fin de semana, el grupo celebró el Granada Sound con todas las entradas agotadas y se prepara para el Brava Madrid la próxima semana, eventos que marcan el cierre de un año de éxito para la compañía, a pesar de las controversias.
La adquisición de Superstruct por KKR en 2024, valorada en aproximadamente 1.300 millones de euros, provocó protestas de grupos culturales y políticos que exigen desvincular la música en vivo de fondos con inversiones en Israel. El movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) acusa a KKR de financiar el genocidio en Gaza mediante sus inversiones en empresas de defensa y asentamientos ilegales en Cisjordania, lo que ha impulsado una campaña de boicot contra los festivales del conglomerado.
Independencia operativa frente al capital
Desde Superstruct, insisten en que mantienen plena autonomía respecto a su accionista mayoritario. Un portavoz del grupo afirmó en una entrevista con elEconomista.es que “KKR sostiene financieramente a la empresa, pero no participa en la gestión ni en la toma de decisiones creativas o operativas”. Esto ha permitido que los festivales continúen operando con normalidad y, en muchos casos, con récord de asistentes.
La dirección de Superstruct subraya que “no se reparten dividendos” y que los beneficios se reinvierten en los eventos, lo que permite mejorar las herramientas, acceder a mayor financiación y profesionalizar su actividad mediante la contratación de perfiles estratégicos. “Sólo tenemos más recursos”, afirman.
Boicot sin impacto en taquilla
Desde mayo de 2025, más de 150 artistas han cancelado sus actuaciones en festivales gestionados por Superstruct. Festivales como el Sónar de Barcelona o el FIB de Benicàssim han sido los más afectados, con renuncias notables como las de Juliana Huxtable o Residente. Sin embargo, la asistencia global ha superado la de años anteriores. Según la organización, festivales como Viña Rock o Sónar han crecido en más de 8.000 espectadores respecto a su edición anterior.
En total, la red de Superstruct en España vendió 3,2 millones de entradas en 2024, una cifra que supera al conjunto del fútbol en número de tickets comercializados. Los promotores consideran que la suspensión de actuaciones por parte de los artistas ocurre en un contexto de “total normalidad”. “Son libres de objetar. Las devoluciones de entradas han sido residuales y los festivales han sido libres de posicionarse en función de su ADN de origen”, explican.
Una burbuja que nunca explota
Con más de 80 festivales en su cartera en Europa y Oceanía, España se ha consolidado como el mercado más relevante para Superstruct. Arenal Sound, que reúne a más de 300.000 asistentes, ostenta el título del mayor festival del país, con un 90% de público nacional. “España era ya una potencia de festivales, y ahora es también un destino internacional que atrae turismo musical y genera un impacto económico directo en los territorios”, destacan desde la compañía.
El crecimiento contrasta con la percepción de saturación en el sector, que cuenta con más de 1.000 festivales activos en España, frente a los menos de 500 antes de la pandemia. “Muchos eventos generalistas han perdido capacidad de llenar, pero los nuestros mantienen arraigo comunitario y siguen agotando entradas”, señala un portavoz de la compañía.
Con el cierre de Granada Sound y Brava Madrid, Superstruct concluye una temporada que, a pesar de las polémicas, confirma que la música en directo en España vive su mejor momento histórico en número de asistentes y en impacto económico.