jue. Ago 28th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO – Los entrenamientos cortos están ganando terreno en el ámbito del fitness, respaldados por investigaciones científicas que sugieren que pueden ofrecer resultados físicos comparables o incluso superiores a las rutinas largas y extenuantes. Este enfoque ha sido destacado por Women’s Health, que presenta argumentos alineados con recomendaciones clínicas y hallazgos científicos recientes.

La constancia en los entrenamientos breves favorece la adherencia y mejora los resultados a largo plazo. Según Mayo Clinic, la regularidad en el ejercicio ayuda a controlar el peso, reducir riesgos cardiovasculares y mejorar la fuerza y energía. Este planteamiento coincide con la creciente evidencia de que la frecuencia es más importante que la duración.

Constancia: la raíz de la transformación física

El primer argumento de Women’s Health resalta la importancia de la regularidad en las sesiones cortas, por encima de la duración o la intensidad extrema. Las rutinas largas suelen generar agotamiento físico excesivo y dolores persistentes, lo cual dificulta la adherencia. En contraste, los entrenamientos breves y sostenidos favorecen el hábito y reducen el riesgo de abandono, permitiendo mayor consistencia y mejores resultados a largo plazo.

“El dolor puede parecer una medalla de honor, pero es enemigo de la constancia, que es crucial”, señala el medio.

Este enfoque es respaldado por Mayo Clinic, que sugiere que quienes no disponen de mucho tiempo pueden distribuir el ejercicio en bloques cortos diarios, sin comprometer los beneficios para la salud.

Enfoque en la calidad: estímulo muscular eficiente

El segundo motivo destacado por Women’s Health apunta a la calidad del estímulo muscular. Las rutinas largas, repletas de variantes y repeticiones, pueden llevar al agotamiento global y a efectos contraproducentes, como la fatiga prolongada o el sobreentrenamiento.

“La fatiga o el agotamiento suelen confundirse con una estimulación eficaz, pero que algo te queme, te acelere el corazón o te deje cansado no significa necesariamente que estés aplicando los principios de la hipertrofia”, advierte el medio.

Estudios recientes han confirmado que los entrenamientos cortos, cuando se realizan con la intensidad adecuada y constancia, pueden generar mejoras similares en fuerza e hipertrofia muscular respecto a las rutinas largas. Investigaciones publicadas en Medicine & Science in Sports & Exercise han demostrado que una sola serie por grupo muscular —llevada al fallo— es suficiente para aumentar la masa muscular y la fuerza, siempre que el volumen total semanal y la frecuencia sean consistentes.

Valor añadido: tiempo, recuperación y salud integral

Un punto adicional, destacado tanto por Women’s Health como por expertos médicos, es que los entrenamientos cortos optimizan el tiempo disponible y mejoran el equilibrio con otras áreas de la vida. Reducir la duración de las sesiones deja más espacio para el descanso, promueve una mejor recuperación muscular y minimiza la aparición de lesiones relacionadas con el sobreentrenamiento.

Además, quienes logran integrar rutinas breves y regulares encuentran más sencillo combinar ejercicio, familia, estudios o trabajo, fomentando la sostenibilidad del hábito en el largo plazo. La evidencia señala también que ejercicios cortos y vigorosos aumentan la motivación intrínseca y la percepción de autoeficacia en los practicantes, elementos clave para mantener una vida activa y saludable.

“La constancia, la estimulación precisa y la concentración del esfuerzo son factores que permiten obtener progresos sólidos, sostener el hábito y proteger la salud física y mental”, concluye el análisis.

En resumen, los mitos del “más es mejor” pierden fuerza frente a un paradigma sustentado en pruebas objetivas y experiencia clínica. Este cambio de enfoque podría redefinir cómo las personas abordan el ejercicio físico, priorizando la calidad y la constancia sobre la cantidad.