CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – Un estudio reciente ha puesto bajo el microscopio los rituales organizacionales complejos, eventos que, aunque diseñados para fomentar la cohesión y el entusiasmo, pueden tener efectos mixtos en los empleados. Estos rituales, que incluyen desde fiestas navideñas hasta ceremonias de premiación, son comunes en el ámbito laboral, pero ¿realmente cumplen su objetivo de mejorar la productividad y la unión entre compañeros?
La investigación, llevada a cabo por un equipo de expertos en comportamiento organizacional, revela que mientras algunos empleados se sienten más conectados y positivos hacia su empresa tras participar en estos eventos, otros pueden experimentar sentimientos de exclusión, inautenticidad y sacrificio personal. Este hallazgo plantea un desafío para las organizaciones que buscan maximizar los beneficios de estos rituales mientras mitigan sus aspectos negativos.
El poder de los rituales bien diseñados
Los rituales organizacionales bien planificados pueden ser herramientas poderosas para fomentar el compromiso y promover comportamientos positivos en el lugar de trabajo. Según Junhyok Yim, profesor asistente de Gestión en la City University de Hong Kong, “los rituales pueden fortalecer el tejido social de una organización si se diseñan teniendo en cuenta tanto las necesidades de los empleados como los objetivos de la empresa”.
Para lograrlo, los expertos sugieren una serie de prácticas recomendadas. Entre ellas, brindar oportunidades para que los empleados se conecten de manera auténtica, ofrecer beneficios significativos como alimentos de calidad y entretenimiento, y crear un ambiente relajante que permita a los participantes disfrutar realmente de la experiencia.
Evitar los errores comunes
No obstante, los rituales también pueden tener un lado oscuro si no se manejan adecuadamente. Anthony C. Klotz, profesor de Comportamiento Organizacional en la UCL School of Management de Londres, advierte que “los empleados reaccionan negativamente ante rituales que crean presión para mostrar un entusiasmo falso”.
Para evitar estos problemas, es crucial no minimizar los sacrificios personales que los empleados pueden hacer para asistir a estos eventos. Además, es importante no excederse en el gasto, ya que esto puede ser percibido como un derroche, especialmente en tiempos de recortes presupuestarios. Los rituales deben ser una oportunidad para mostrar aprecio genuino, no solo para marcar una casilla en el calendario corporativo.
Mirando hacia el futuro
El futuro de los rituales organizacionales pasa por un diseño más consciente y centrado en el empleado. Trevor A. Foulk, profesor asociado de la Universidad de Florida, sugiere que “las organizaciones deben abordar sistemáticamente ambos lados de la experiencia ritual, maximizando elementos positivos como la conexión social y el reconocimiento significativo, mientras se minimizan aspectos negativos como la falta de autenticidad”.
En última instancia, los rituales bien ejecutados pueden transformar eventos corporativos en experiencias significativas que realmente fortalezcan el compromiso y la lealtad de los empleados. Pauline Schilpzand, profesora de Gestión en la Facultad de Negocios de la Universidad Estatal de Oregón, concluye que “un enfoque equilibrado y considerado puede convertir los rituales en una herramienta poderosa para impulsar la productividad y la cohesión en el lugar de trabajo”.
Con un enfoque renovado y basado en la investigación, las organizaciones pueden reinventar sus rituales para que no solo sean momentos de celebración, sino también de auténtica conexión y reconocimiento.