dom. Ago 17th, 2025

WASHINGTON, EE.UU. – En un acto de desafío y resistencia, un grupo de manifestantes se reunió el 7 de marzo en Washington para protestar contra los recortes y despidos en agencias federales de investigación médica durante la Administración de Donald Trump. Una pancarta en la protesta capturó la atención: “Querías huevos baratos, pero en su lugar te han dado sarampión”, simbolizando la frustración pública ante las políticas que priorizan la economía sobre la salud pública.

Durante el mandato de Trump, la Casa Blanca desmanteló el panel científico que asesoraba a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) sobre la contaminación atmosférica. Este movimiento fue percibido como un intento de eliminar regulaciones que afectaban las ganancias de grandes empresas, incluidas las constructoras relacionadas con la familia Trump. Sin embargo, los científicos del panel no se quedaron de brazos cruzados; continuaron su trabajo de forma independiente y publicaron sus recomendaciones en The New England Journal of Medicine, lo que posteriormente sirvió como base para acciones legales.

La Ciencia Bajo Ataque

La Administración de Trump no solo desmanteló paneles científicos, sino que también redujo significativamente la financiación para la investigación médica. A pesar de las recomendaciones de los científicos de la FDA sobre nuevas vacunas de ARN mensajero, el secretario de Salud, Robert Kennedy, recortó 500 millones de dólares de la investigación en este campo prometedor. Además, los asesores científicos favorables a las vacunas en los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) fueron despedidos, y las webs que ofrecían información científica fueron retiradas.

Frente a estas acciones, la comunidad científica ha comenzado a organizarse. Gretchen Goldman, presidenta del Sindicato de Científicos Preocupados, y Erica Chenoweth, profesora de la Universidad de Harvard, han propuesto en la revista Science que los científicos adopten un papel más activo para contrarrestar estos ataques. Según ellas, “construir instituciones alternativas fuera del Gobierno puede ser vital para preservar la ciencia y defender la democracia”.

Resistencia Civil Inspirada en la Ciencia

La resistencia civil científica no es un concepto nuevo, pero su aplicación en el contexto actual de EE.UU. es innovadora. Inspirados por el panel de la EPA, los científicos despedidos de los CDC están organizando una versión alternativa del centro, buscando mantener la independencia del pensamiento científico y reducir la dependencia del régimen autoritario.

El editor de Science, Holden Thorp, junto con la revista Nature, han sido críticos constantes de las políticas científicas de Trump. Mientras que Nature tiene la ventaja de ser británica, Science se enfrenta directamente desde el corazón de EE.UU., mostrando un gran coraje al desafiar las políticas del presidente.

Mirando Hacia el Futuro

El impacto de estas acciones de resistencia civil podría ser significativo. Al crear instituciones científicas independientes, no solo se preserva la integridad de la investigación científica, sino que también se fortalece la democracia al proporcionar un contrapeso a las políticas autoritarias. Las iniciativas de resistencia científica son vistas por muchos como una luz al final del túnel, una esperanza de que la ciencia y la verdad prevalecerán.

La comunidad científica de EE.UU. está en una encrucijada. Las acciones tomadas hoy no solo afectarán el presente, sino que también determinarán el futuro de la ciencia y la democracia en el país. La resistencia civil inspirada en la ciencia podría ser la clave para mantener la integridad científica y proteger los derechos fundamentales en tiempos de creciente autoritarismo.