vie. Jul 25th, 2025

KIEV, UCRANIA – Miles de ucranianos se manifestaron este martes en una jornada de protestas sin precedentes desde el inicio de la guerra con Rusia. Por primera vez desde el estallido del conflicto, el presidente Volodímir Zelenski enfrenta una fuerte disidencia interna. El motivo: la aprobación de la ley 12414 por el Parlamento ucraniano, una controvertida reforma que debilita la independencia de las agencias anticorrupción del país, especialmente la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO).

Las manifestaciones se concentraron en ciudades clave como Kiev, Lviv y Odesa, con lemas como “Manos fuera de la NABU”, “Destruir la NABU es destruir la confianza” y “Zelenski, no traiciones la democracia”. En la capital, Kiev, la plaza del Teatro Nacional Dramático Ivan Franko fue el epicentro de una multitudinaria protesta pacífica que se extendió hasta pasada la medianoche, a pesar del toque de queda.

Contexto de la reforma

La nueva legislación, aprobada con 263 votos a favor en la Rada, transfiere el control de las agencias anticorrupción a la Fiscalía General, una institución directamente subordinada al poder ejecutivo. Esta maniobra, que varios parlamentarios han denunciado como opaca, supone un golpe a la estructura institucional levantada desde 2015 con apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos para combatir la corrupción sistémica en Ucrania.

Activistas, veteranos de guerra y estudiantes se manifestaron exigiendo que el presidente Zelenski vetara la norma. Sin embargo, a última hora del martes, la oficina parlamentaria confirmó que el presidente ya había firmado el decreto. La reacción en la plaza fue inmediata: los cánticos pasaron de criticar al entorno presidencial a señalar directamente a Zelenski como responsable del retroceso democrático.

Reacciones y justificaciones

El malestar venía gestándose desde días atrás. El lunes, los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) realizaron redadas contra detectives de la NABU y presentaron cargos contra varios agentes. Estas acciones fueron interpretadas por la oposición y organizaciones prodemocracia como represalias por la investigación que la NABU había abierto contra el exviceprimer ministro Oleksiy Chernyshov.

En respuesta a las críticas, Zelenski defendió la medida afirmando que “la infraestructura anticorrupción funcionará, solo que sin influencia rusa”, aludiendo a la justificación dada por el Servicio Secreto de Ucrania (SBU) sobre las redadas. Según el presidente, el fiscal general tiene la determinación de garantizar que en Ucrania sea inevitable el castigo para quienes violen la ley.

Reacción internacional

A nivel internacional, la reacción más contundente llegó desde Bruselas. La Comisión Europea expresó su “seria preocupación” por la ley aprobada, señalando que el debilitamiento de las instituciones anticorrupción representa un retroceso en el proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea. La comisaria de Ampliación, Marta Kos, fue tajante al afirmar que

“El desmantelamiento de las salvaguardias clave que protegen la independencia de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania es un grave retroceso. El Estado de Derecho sigue en el centro de las negociaciones.”

El portavoz de Ampliación, Guillaume Mercier, insistió en que la NABU y la SAPO son instituciones “cruciales” para el programa de reformas vinculado a los fondos europeos.

“La UE proporciona una importante ayuda financiera a Ucrania, condicionada a la transparencia, la reforma judicial y la gobernanza democrática,”

advirtió, dejando claro que la futura integración europea del país dependerá de su capacidad para demostrar independencia judicial y voluntad real de combatir la corrupción.

Protestas continúan

A pesar del contexto de guerra y la ley marcial que prohíbe reuniones públicas, las autoridades no intervinieron para dispersar las protestas. No hubo presencia policial visible ni intentos de represión. La firma de la ley ha provocado una oleada de reacciones en redes sociales, donde cientos de usuarios y organizaciones han llamado a continuar las movilizaciones durante este miércoles.

La tensión política interna coincide con un momento delicado en el plano diplomático: este mismo miércoles está prevista en Turquía la tercera ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia, centrada en acordar nuevos intercambios de prisioneros y explorar posibles vías hacia un alto el fuego.