NAIROBI, KENIA – El cónclave para elegir al nuevo Papa ha estado marcado por una serie de controversias, siendo el caso del cardenal keniano John Njue uno de los más discutidos. Njue, emérito de Nairobi, ha sido el centro de atención tras afirmar que no fue invitado al cónclave, a pesar de cumplir con el requisito de edad para participar.
El cardenal, quien oficialmente tiene 79 años, señaló en una entrevista con el diario ‘Daily Nation’ que desconocía las razones de su exclusión y que no recibió invitación alguna para asistir a la votación en la Capilla Sixtina. Sin embargo, esta declaración fue rápidamente desmentida por el arzobispo de Nairobi, Philip Anyolo, quien aseguró que Njue fue invitado oficialmente a través de la Nunciatura Apostólica en Kenia, pero que su estado de salud le impedía viajar a Roma.
Confusión sobre la edad del cardenal
La controversia se intensificó debido a un cambio en los registros oficiales de la edad de Njue. En la edición de 2024 del Annuario Pontificio, se modificó su fecha de nacimiento, rejuveneciéndolo poco más de un año. Originalmente se pensaba que Njue había nacido en 1944, pero la fecha fue ajustada al 1 de enero de 1946. Este cambio ha generado especulaciones sobre su participación en el cónclave.
Este no es un caso aislado. Un incidente similar ocurrió con el cardenal Philippe Ouédraogo de Burkina Faso, cuya fecha de nacimiento también fue modificada, permitiéndole participar en el cónclave. Ouédraogo explicó que en su pueblo natal no había hospitales ni registros de nacimiento, lo que llevó a errores en los documentos oficiales.
La salud del cardenal Njue
A pesar de las declaraciones de Njue sobre su buen estado de salud, la diócesis de Nairobi ha tenido que desmentir rumores sobre su fallecimiento en varias ocasiones. «Está vivo y bien», afirmaba una nota oficial de la diócesis hace poco más de una semana. Estas circunstancias han llevado a algunos medios a relacionar su no participación en el cónclave con el polémico cambio en su fecha de nacimiento.
El arzobispo Anyolo, quien sucedió a Njue en 2021, ha insistido en que la salud del cardenal es la razón principal de su ausencia. «Debido a su actual estado de salud, su eminencia no está en condiciones de viajar a Roma ni de participar en el cónclave», declaró Anyolo, reiterando que Njue fue debidamente invitado.
Implicaciones para el cónclave
La ausencia de Njue y del cardenal español Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, reduce el número de electores a 133. Ambos han sido oficialmente excusados por motivos de salud, aunque las reglas del cónclave permiten su incorporación en cualquier momento antes de la elección del nuevo Papa, siempre que cumplan con los requisitos y realicen el juramento inicial.
Este tipo de situaciones pone de manifiesto la complejidad de los procedimientos del cónclave y la importancia de la transparencia en el manejo de las invitaciones y la participación de los cardenales. Mientras tanto, el Vaticano se prepara para uno de los eventos más significativos en la Iglesia Católica, con la esperanza de que las controversias no empañen el proceso de elección del nuevo líder espiritual.
El cónclave continúa bajo la atenta mirada de fieles y observadores de todo el mundo, quienes esperan con interés el resultado de este encuentro histórico. La elección de un nuevo Papa siempre trae consigo expectativas de cambio y renovación, y el desenlace de este cónclave no será la excepción.