mié. Jul 2nd, 2025

GINEBRA, SUIZA – Un nuevo estudio alarmante revela que la Tierra está destinada a perder el 39% de su masa glaciar en comparación con los niveles de 2020, incluso si las temperaturas globales se estabilizan en el nivel actual de 1,2 grados por encima de la época preindustrial. Esta pérdida contribuiría a un aumento del nivel del mar de más de 10 centímetros, según un equipo internacional de 21 científicos de 10 países.

El estudio, publicado en la revista Science, utilizó ocho modelos de glaciares para calcular la posible pérdida de hielo de más de 200,000 glaciares fuera de Groenlandia y la Antártida. Los investigadores consideraron una amplia gama de escenarios de temperatura global, asumiendo que estas se mantendrían constantes durante miles de años.

El impacto a largo plazo del calentamiento global

Harry Zekollari, de la Universidad Libre de Bruselas, quien lideró la investigación, subraya que las decisiones actuales tendrán repercusiones durante siglos. “Las decisiones que tomemos hoy resonarán durante siglos y determinarán cuánto de nuestros glaciares se puede preservar”, afirmó Zekollari.

En todos los escenarios, los glaciares pierden masa rápidamente durante décadas y luego continúan derritiéndose a un ritmo más lento durante siglos, incluso sin calentamiento adicional. Esta respuesta a largo plazo significa que los glaciares seguirán sintiendo los efectos del calor actual durante mucho tiempo, retrocediendo gradualmente a mayores altitudes antes de alcanzar un nuevo equilibrio.

Un análisis más allá del 2100

Una de las principales fortalezas del estudio es la proyección de la evolución global de los glaciares a lo largo de escalas temporales multicentenarias. “La mayoría de los estudios sobre glaciares se detienen en el año 2100, lo cual resulta problemático al simular el impacto a largo plazo de las políticas climáticas actuales”, explica Zekollari.

Por ejemplo, estudios limitados al año 2100 estiman que alrededor de un 20% de la masa glaciar actual se perderá independientemente del calentamiento futuro. Sin embargo, el nuevo trabajo revela que casi el doble desaparecería en las condiciones actuales al considerar escalas de tiempo multicentenarias. “Encontramos que alrededor de un 40% de la masa glaciar está prácticamente ‘condenada’ a desaparecer”, sentencia Zekollari.

Consecuencias globales y locales

Los glaciares son indicadores clave del cambio climático, ya que su retroceso permite observar cómo está cambiando el clima. Sin embargo, dado que se ajustan en escalas temporales más largas, su tamaño actual subestima considerablemente la magnitud del cambio climático ya ocurrido.

La situación de los glaciares es mucho peor de lo que se aprecia actualmente en las montañas, según Lilian Schuster, de la Universidad de Innsbruck. Además de contribuir al aumento del nivel del mar, la pérdida de glaciares amenaza la disponibilidad de agua dulce, aumenta el riesgo de peligros relacionados con los glaciares y pone en peligro las economías turísticas.

Estos impactos en cascada se sentirán en todas las regiones y generaciones. “Nuestro estudio deja patente que cada fracción de grado importa. Si logramos limitar el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2,7 °C, aún podríamos salvar el doble de hielo glaciar”, apunta Zekollari.

El papel crucial de las políticas climáticas

Se proyecta que las políticas actuales conducirán a un calentamiento global promedio de aproximadamente 2,7 grados por encima de los niveles preindustriales. Zekollari destaca que un calentamiento entre 1,5 y 3 grados desempeña un papel decisivo en la pérdida de glaciares. Por cada 0,1 grado adicional de calentamiento, el mundo corre el riesgo de perder un 2% más de hielo glaciar.

El estudio indica que solo un 24% de la masa glaciar actual se conservará si el calentamiento global alcanza los 2,7 grados. En cambio, limitar el calentamiento a 1,5 grados, objetivo del Acuerdo de París, preservaría el 54% de la masa glaciar.

Este estudio subraya la urgencia de implementar políticas climáticas más ambiciosas para mitigar el impacto del cambio climático en los glaciares y, por ende, en el planeta.