mar. Jul 1st, 2025

MADRID, ESPAÑA – La lucha contra el cambio climático ha impulsado la necesidad de adoptar medidas drásticas en múltiples sectores, incluido el de la automoción. En España, ya se observan algunas acciones destinadas a reducir la contaminación, como las etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT). Sin embargo, se requiere un esfuerzo continuo para disminuir las emisiones nocivas en la atmósfera. En este contexto, las empresas siguen innovando en la fabricación de motores.

Una solución prometedora para reducir la contaminación y alargar la vida útil de los motores diésel actuales ha sido desarrollada por Emvolon, una empresa derivada del MIT (Massachusetts Institute of Technology). Han descubierto cómo transformar estas unidades de potencia en plantas químicas modulares capaces de producir combustibles ecológicos, según un comunicado de la universidad.

El papel crucial del metano

El protagonista de esta innovación es el metano. Según la publicación, los gases de metano calientan 84 veces más que el dióxido de carbono (CO2) en un periodo de dos décadas. Aunque el metano puede ser utilizado para crear combustibles ecológicos, las infraestructuras actuales no permiten su conversión a gran escala. Emvolon ha ideado un método para transformar el gas metano en carburantes líquidos, como amoníaco o metanol. “Es una nueva forma de fabricación de productos químicos”, afirma Emmanuel Kasseris, cofundador y director ejecutivo de la compañía.

Estos productos químicos podrían transformarse y ayudar a sectores altamente contaminantes a reducir sus emisiones.

“Alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de sectores difíciles de reducir que necesitan combustible ecológico: el transporte marítimo, la aviación, los camiones pesados y el ferrocarril”, se detalla en el comunicado. Otro 15% proviene de “emisiones distribuidas de metano, como pozos petrolíferos o vertederos”.

La visión de Emvolon

Desde Emvolon, se cree que al transformar el metano en combustibles ecológicos en los motores existentes, su implementación a gran escala será más factible. “No se puede electrificar un barco o un avión”, destacan. La idea de “reutilizar un motor de combustión interna como reactor” fue de Leslie Bromberg, un inventor con más de un centenar de patentes.

El proceso de conversión

Para lograr esta proeza, Emvolon desarrolló un sistema cuyo núcleo es un motor estándar que funciona con combustible “rico”, es decir, con una mayor proporción de carburante a aire. En lugar de quemar el metano para convertirlo en CO2 y agua, se oxida parcialmente para transformarlo en monóxido de carbono e hidrógeno, “los componentes básicos para sintetizar una variedad de sustancias químicas”, explican. Este proceso se realiza junto a la unidad de potencia.

Estos reactores, una vez instalados en contenedores de más de 12 metros, pueden producir ocho toneladas de metanol diarias. Emvolon ya ha comenzado a producir seis barriles de este producto químico en su sede, y aunque esperan ampliarlo a otras sustancias, actualmente se centran solo en el metanol. De hecho, ya han llegado a un acuerdo para realizar una prueba en un vertedero de Texas.

Implicaciones y futuro

La capacidad de transformar motores diésel en productores de combustibles ecológicos podría revolucionar sectores que dependen de combustibles fósiles. Además, esta tecnología podría proporcionar una solución temporal mientras se desarrollan alternativas más sostenibles. La implementación de este sistema a gran escala podría reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a los objetivos globales de reducción de emisiones.

En el futuro, la colaboración entre empresas tecnológicas y sectores industriales será crucial para la adopción de estas innovaciones. La experiencia de Emvolon podría servir de modelo para otras iniciativas que buscan mitigar el impacto ambiental de las actividades humanas.

Con el cambio climático como un desafío global urgente, la innovación tecnológica en la producción de combustibles ecológicos representa un paso importante hacia un futuro más sostenible.