STANFORD, EE.UU. – En tiempos de recesión, las empresas a menudo optan por reducir su fuerza laboral como una medida para preservar el efectivo y mantener la flexibilidad frente a la incertidumbre económica. Sin embargo, estos despidos pueden tener efectos devastadores en los trabajadores y dejar cicatrices duraderas en el mercado laboral.
Una nueva investigación realizada por Michael Blank, profesor asistente de finanzas en la Escuela de Graduados en Negocios de Stanford, y Omeed Maghzian, asociado postdoctoral en la Iniciativa Sloan del MIT sobre Economía Digital, arroja luz sobre los efectos colaterales de los despidos corporativos durante las recesiones. El estudio examina el impacto a largo plazo en el bienestar económico de los empleados y en los mercados laborales, proponiendo estrategias para mitigar estos efectos.
El Dilema de los Despidos en Tiempos de Crisis
La decisión de reducir la fuerza laboral durante una recesión es una medida que muchos líderes empresariales consideran necesaria para salvaguardar la salud financiera de sus empresas. Sin embargo, investigaciones anteriores han demostrado que estos despidos pueden tener un impacto significativo en los ingresos futuros de los trabajadores afectados.
El trabajador promedio despedido durante una recesión experimenta una disminución del 19% en sus ingresos futuros, en comparación con una pérdida del 11% en tiempos normales.
Este fenómeno se debe a que, durante una recesión, las empresas tienden a intensificar los recortes de empleo justo cuando estos causan el mayor daño a los empleados. Además, el exceso de trabajadores desempleados puede saturar el mercado laboral, dificultando la reintegración de los afectados.
Consecuencias Colectivas e Ineficiencias del Mercado
Las decisiones individuales de las empresas, aunque racionales, pueden llevar a resultados ineficientes en el mercado laboral. Con un gran número de trabajadores buscando empleo al mismo tiempo, incluso las empresas que gozan de buena salud financiera pueden tener dificultades para absorber a estos nuevos empleados.
El aviso anticipado de recortes de personal puede ayudar a mantener un mercado laboral dinámico, permitiendo a los trabajadores encontrar nuevas oportunidades que se ajusten a sus habilidades y experiencia. Sin embargo, la falta de tiempo para prepararse puede resultar en periodos prolongados de desempleo, debilitando las habilidades de los trabajadores y su conexión con la fuerza laboral.
Medidas de Mitigación y Políticas Públicas
Los hallazgos de la investigación sugieren que los efectos agregados de la destrucción de empleos imponen costos sustanciales a los trabajadores y dañan las condiciones generales del mercado laboral. Esto podría motivar a los responsables de políticas a intervenir más activamente para estabilizar el empleo durante las recesiones.
En Europa, la expansión de subsidios laborales, como el trabajo de jornada reducida, ha sido una estrategia efectiva para preservar empleos. En Estados Unidos, políticas como el Paycheck Protection Program durante la pandemia de COVID-19 demostraron ser efectivas para evitar despidos masivos.
Estos subsidios ayudaron a evitar que millones de trabajadores perdieran sus empleos, mostrando la importancia de políticas de apoyo empresarial en tiempos de crisis.
Para los empleadores, considerar arreglos laborales alternativos antes de recurrir a los despidos puede ayudar a mantener mercados laborales dinámicos y reducir los costos financieros para los trabajadores. La anticipación y la planificación son claves para mitigar los efectos negativos de los despidos.
En conclusión, mientras que los despidos pueden parecer una solución inmediata a los problemas financieros durante una recesión, es crucial considerar sus impactos a largo plazo en el mercado laboral y explorar alternativas que beneficien tanto a las empresas como a los trabajadores.