mié. Sep 17th, 2025

MADRID, ESPAÑA – Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha revelado que un sencillo hábito en la oficina podría ser clave para mejorar la salud cardiovascular de los trabajadores. Levantarse de la silla cada 30 minutos y caminar durante cinco minutos puede reducir significativamente la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, dos factores críticos en la prevención de enfermedades crónicas.

El estudio, publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise y citado por Women’s Health, involucró a once adultos que simularon una jornada laboral típica de oficina, sentados en sillas ergonómicas durante ocho horas. Los participantes fueron divididos en grupos con diferentes pautas de movimiento: algunos caminaron un minuto tras 30 minutos sentados, otros un minuto tras 60 minutos, un tercer grupo caminó cinco minutos cada media hora, otros lo hicieron cinco minutos cada hora, y un último grupo permaneció sin caminar.

Impactantes resultados en salud

Los hallazgos fueron especialmente notables para el grupo que caminó cinco minutos cada media hora. Este grupo experimentó una mayor reducción en la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre en comparación con aquellos que permanecieron sentados. Después de las comidas, los picos de azúcar descendieron hasta en un 58%, lo que indica un impacto metabólico positivo e inmediato.

A pesar de los resultados prometedores, los investigadores advierten sobre la necesidad de interpretar estos datos con cautela debido al reducido número de participantes. Sin embargo, el análisis de Harvard refuerza la idea de que los descansos breves para caminar pueden contrarrestar los efectos adversos de estar sentado durante largos períodos.

Beneficios adicionales de caminar

Según Harvard Men’s Health Watch, caminar cinco minutos después de cada media hora sentada fue el único patrón que logró disminuir significativamente la glucemia y la presión arterial. Además, todos los tipos de pausas lograron bajar la presión arterial sistólica entre cuatro y cinco puntos, lo que podría representar hasta un 15% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Expertos de Harvard Health Publishing destacan que caminar es una forma de ejercicio accesible, que no requiere gimnasio ni equipamiento especial, y puede integrarse fácilmente en la rutina diaria. Además, caminar fortalece músculos y huesos, siendo especialmente útil para mujeres con baja densidad ósea.

Consejos prácticos para integrar el hábito

Para quienes desean incorporar más pasos a su rutina laboral, Albert Matheny, dietista registrado y cofundador de SoHo Strength Lab, sugiere:

  • Elegir rutas más largas al baño o al llenar la botella de agua.
  • Estacionar el coche más lejos de la oficina.
  • Caminar antes o después del trabajo o durante el almuerzo.
  • Aprovechar las llamadas telefónicas para moverse y preferir las escaleras al ascensor.

La evidencia recogida por Harvard coincide en que caminar mejora el estado de ánimo, contribuye a quemar calorías, favorece la salud cardíaca y reduce el riesgo de diabetes tipo 2, especialmente en personas prediabéticas. Aunque no existe una cifra única ideal, los especialistas recomiendan caminar cinco minutos cada media hora sentado, lo que suma unos 80 minutos diarios. Incluso períodos más cortos pueden aportar beneficios significativos.

En conclusión, integrar pequeños intervalos de caminata en la rutina laboral no solo mejora la salud física, sino que también puede incrementar la productividad y el bienestar general de los empleados. Este simple cambio de hábito podría ser una herramienta poderosa en la lucha contra las enfermedades crónicas, promoviendo un estilo de vida más saludable en el entorno laboral.