WASHINGTON, D.C. – En un movimiento que podría redefinir el panorama de los eventos en vivo en Estados Unidos, el Departamento de Justicia ha presentado este jueves una demanda antimonopolio contra Live Nation Entertainment y su filial Ticketmaster. La acción legal busca desmantelar la fusión que estas empresas realizaron en 2010, acusándolas de mantener un monopolio ilegal en el sector de los conciertos y espectáculos en directo.
La demanda surge en un contexto de creciente presión política y pública sobre Live Nation y Ticketmaster, especialmente tras los problemas en la venta de entradas para la gira de Taylor Swift, que llevaron el asunto al Congreso el año pasado. En una audiencia memorable, promotores y artistas expresaron su frustración por el dominio de la compañía, con el CEO de SeatGeek, Jack Groetzinger, afirmando:
“La única forma de recuperar la competencia en este sector es separar Live Nation y Ticketmaster.”
El impacto de la fusión en el mercado
Desde su fusión, Live Nation y Ticketmaster han sido objeto de críticas por prácticas que muchos consideran anticompetitivas. Según el Departamento de Justicia, la empresa controla el 80% de la venta primaria de entradas en las principales salas de conciertos de Estados Unidos. Además, gestiona directamente a más de 400 artistas y posee o controla más del 60% de los grandes recintos del país, procesando 500 millones de entradas al año en más de 30 países.
El fiscal general Merrick Garland ha declarado que estas prácticas no solo son inconvenientes, sino ilegales.
“Alegamos que Live Nation ha monopolizado ilegalmente los mercados del sector de los conciertos en directo en Estados Unidos durante demasiado tiempo. Es hora de desarticularla,”
afirmó Garland en una rueda de prensa.
Prácticas cuestionables y tarifas excesivas
La demanda detalla cómo Live Nation utiliza contratos exclusivos a largo plazo para bloquear a los recintos de elegir vendedores de entradas rivales. Además, Ticketmaster impone una serie de comisiones que han sido calificadas como un “impuesto Ticketmaster”, incluyendo tarifas de servicio, de conveniencia y de procesamiento de pagos. Estas prácticas, según el Departamento de Justicia, resultan en precios más altos para los fans y menos oportunidades para artistas y promotores independientes.
Live Nation también ha sido acusada de presionar ilegalmente a los artistas para que utilicen sus servicios de promoción, sacrificando incluso beneficios en sus propios recintos para mantener su control sobre el mercado.
Respuesta de Live Nation y el futuro del sector
En respuesta a la demanda, Live Nation ha emitido un comunicado negando las acusaciones de monopolio. La empresa sostiene que su cuota de mercado ha disminuido desde la fusión y que la demanda ignora factores como los crecientes costes de producción y la popularidad de los artistas, que también influyen en el aumento de los precios de las entradas.
El presidente de Live Nation, Joe Berchtold, se disculpó anteriormente por los problemas en la venta de entradas de la gira de Taylor Swift, atribuyendo el colapso a los bots y no a prácticas monopolísticas. Sin embargo, el Departamento de Justicia insiste en que la estructura actual de la empresa perjudica a los consumidores y a la competencia.
El desenlace de esta demanda podría tener implicaciones significativas para el sector de los eventos en vivo. Si el Departamento de Justicia tiene éxito, podría abrir el mercado a una mayor competencia, beneficiando tanto a los consumidores como a los artistas. Mientras tanto, el litigio promete ser un proceso largo y complejo, con el potencial de cambiar la forma en que se gestionan los eventos en directo en Estados Unidos.