WASHINGTON, D.C., EE.UU. – El escándalo de Jeffrey Epstein ha reavivado tensiones en el Congreso de Estados Unidos, creando una brecha significativa entre los republicanos. La controversia se centra en la decisión de la Administración Trump de no divulgar materiales relacionados con el caso del financiero, quien murió en 2019 mientras estaba bajo custodia policial por cargos de tráfico sexual de menores.
El caso ha generado una tormenta política, afectando incluso al movimiento MAGA (Make America Great Again). Algunos de sus seguidores más fervientes han criticado por primera vez al expresidente Donald Trump, mientras el escándalo apunta también a la relación de Epstein con figuras prominentes, incluido Trump.
Reunión clave con Ghislaine Maxwell
El vicefiscal general, Todd Blanche, se reunió recientemente con Ghislaine Maxwell, quien fue condenada en 2021 a 20 años de prisión por tráfico sexual de menores. Maxwell, una figura central en el caso, está cumpliendo su condena en una cárcel federal de Florida. La urgencia de Blanche por contactar con Maxwell refleja la presión interna dentro del Partido Republicano, donde algunos miembros han comenzado a cuestionar la gestión del caso por parte de Trump.
El Comité de la Cámara de Representantes sobre Supervisión y Rendición de Cuentas ha citado a Maxwell para declarar el 11 de agosto. La votación para esta citación contó con el apoyo de tres representantes republicanos, además de todos los demócratas del comité, señalando una división interna en el partido.
Reacciones y antecedentes
La controversia ha provocado una oleada de llamadas de votantes indignados a las oficinas del Capitolio, exigiendo respuestas sobre la gestión de los documentos de Epstein. Un congresista comentó que recibe preguntas sobre el caso “500 veces” más que sobre cualquier otro tema.
Maxwell, quien creció en el Reino Unido como parte de la alta sociedad británica, se trasladó a Nueva York tras la misteriosa muerte de su padre, el magnate de los medios Robert Maxwell. En Manhattan, cultivó una red de contactos que incluía a figuras como el príncipe Andrés de Inglaterra y Chelsea Clinton. Bill Clinton, expresidente de EE.UU., ha negado tener una relación cercana con Epstein, a pesar de haber viajado en sus jets privados en múltiples ocasiones.
Implicaciones políticas y legales
El escándalo ha resucitado un texto supuestamente escrito por Trump para el 50º cumpleaños de Epstein, que ha sido desmentido por el expresidente, quien ha demandado al The Wall Street Journal por calumnia. Brad Edwards, abogado de víctimas de Epstein, ha sugerido que una copia del libro conmemorativo podría esclarecer la verdad si las autoridades federales lo solicitan.
Según informes, la fiscal general Pam Bondi y Blanche informaron a Trump sobre la existencia de “300 gigabytes” de información relacionada con Epstein en poder del FBI, mencionando que el nombre de Trump aparece en los documentos. Sin embargo, Bondi decidió no hacer públicos estos documentos debido a la presencia de “pornografía infantil” y datos personales de las víctimas.
Perspectivas futuras
El escándalo sigue generando teorías de conspiración entre algunos seguidores de MAGA, quienes creen que Epstein poseía una lista de personas influyentes involucradas en sus crímenes. El informe oficial sostiene que Epstein se suicidó, pero las dudas persisten.
En un intento por mitigar la crisis, Trump solicitó la publicación de los documentos del gran jurado relacionados con los casos de Epstein y Maxwell. Sin embargo, un juez denegó esta petición, citando la confidencialidad legal de dichos materiales.
El escándalo de Epstein continúa siendo un tema candente en Washington, y la reunión con Maxwell podría ofrecer nuevas revelaciones. Mientras tanto, el Partido Republicano enfrenta un desafío interno significativo, con posibles repercusiones para las próximas elecciones.