vie. Jul 4th, 2025

LILLE, FRANCIA – Apenas unas horas separan a Lille del inicio del Tour de Francia 2025. Aunque Juanma Gárate no estará al volante este año, el director deportivo del equipo EF Education-EasyPost sigue el evento con la misma intensidad que si estuviera en el pelotón. Gárate, quien conquistó Mont Ventoux en 2009, compartió en Radio MARCA su visión del ciclismo actual, dominado por dos gigantes, mientras que la mayoría de los equipos solo pueden aspirar a “pescar en río revuelto”.

“El Tour sigue siendo la madre del cordero”, declara Gárate. “La repercusión que tiene está por encima de cualquier otra carrera. Es donde se venden los productos, donde todos queremos brillar… pero solo hay sitio para unos pocos”.

Sin Carapaz, pero con ambición

El equipo EF Education-EasyPost llega a esta edición sin su gran estrella. “Carapaz iba como un avión”, confiesa Juanma, “pero ha caído enfermo a una semana de empezar. Es una pena enorme. Estaba en números muy prometedores para el Tour”. A pesar de esta baja, Gárate confía en su equipo para “buscar victorias en escapadas”, ya que “los ocho que van pueden resolver en una fuga”.

Un Tour condicionado desde el arranque

Gárate anticipa una edición con más tensión que nunca. “Las nueve primeras etapas van a ser un infierno para los favoritos. No hay llegadas decisivas hasta casi la duodécima jornada. Eso significa que los líderes van a necesitar estar bien colocados desde el kilómetro uno de cada día. Y eso va a desgastar mucho a sus equipos”.

Aunque las miradas están puestas en Pogacar, Vingegaard y Evenepoel, Gárate advierte: “En estas primeras etapas puede pasar de todo. No quiero hablar de caídas, pero serán un factor. Este año tendrán incluso más importancia que el anterior”.

UAE y Visma, intocables

El vasco no oculta la frustración que se vive en muchos equipos ante el dominio de los bloques más poderosos. “A veces sale todo el plan perfecto, pero hay alguien tan superior como Pogacar… y se acaba todo. No es solo el talento de él o Vingegaard. Es que sus equipos imprimen un ritmo que bloquea cualquier otra alternativa”.

“Muchos corredores se preguntan: ¿para qué intentarlo hoy si nos van a echar abajo? Pero hay que pelear las siete oportunidades que te da la carrera, aunque solo funcione una. Entregar la cuchara antes de tiempo no es una opción”.

La velocidad y la salud mental

Sobre la nueva normativa para reducir desarrollos y frenar las altísimas velocidades, Gárate es escéptico: “Es como limitar la cilindrada de una moto. ¿Qué haces? ¿Les pones un paracaídas? Hoy una fuga de cuatro puede tardar 20 kilómetros en perder un minuto. Algo hay que hacer, sí, pero no sé si esto es lo acertado”.

En cuanto al creciente foco sobre la salud mental, se sincera: “Yo me retiré por una situación legal que no aguantaba más, no por lo que hoy entendemos como salud mental. Pero reconozco que ahora hay muchas más cosas que gestionar. Solo el apartado nutricional consume recursos mentales enormes”.

“Meter a un ciclista de ritmo de vida latino en el World Tour es meterle también en una vida casi robótica. Se dan cuenta de que no basta con pedalear cuatro horas. Hay otras tres de ordenador, de nutrición, de comunicación… y eso quema. Mucho”.

“Jugar cuando el patio está ocupado por los mayores”

Gárate concluye con una metáfora que retrata el sentir de la mayoría de equipos: “Esto es como el patio del colegio: cuando jugaban los mayores, no había espacio para los pequeños. En este Tour será igual. Hay tres equipos que juegan la general y el resto, incluido el 80% del pelotón, peleamos por lo que nos dejen. Pero no vale rendirse. Hay que seguir intentándolo”. Porque, como él mismo recuerda, el Tour sigue siendo la cima.