mar. Jul 1st, 2025

WASHINGTON, EE.UU. – El Gobierno de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Live Nation, la empresa matriz de Ticketmaster, en un esfuerzo por desmantelar lo que considera un monopolio ilegal en el mercado de venta de entradas. Esta acción, anunciada este jueves, busca proteger tanto a los consumidores como a los artistas y promotores que han sufrido las consecuencias de las prácticas comerciales de la compañía.

El Departamento de Justicia, junto con 30 fiscales generales estatales y de distrito, presentó una demanda civil antimonopolio en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. La demanda acusa a Live Nation de “monopolización y otras conductas ilegales que frustran la competencia en los mercados”.

Acusaciones de prácticas anticompetitivas

El fiscal general Merrick Garland, durante una rueda de prensa, destacó que las “tarifas exorbitantes y las fallas tecnológicas” de Ticketmaster han sido criticadas tanto por fanáticos como por artistas. Sin embargo, subrayó que la motivación de la demanda radica en las prácticas “anticompetitivas e ilegales” de la empresa.

En respuesta, Live Nation negó las acusaciones y se describió como “otra víctima” de lo que considera un impulso populista de la Administración Biden, que según ellos no busca acabar con los monopolios, sino que es “simplemente antiempresarial”.

Un control abrumador del mercado

Las acusaciones contra Live Nation son extensas, desde bloquear la competencia hasta imponer comisiones desorbitadas a los consumidores. Según Garland, la empresa utiliza contratos exclusivos de venta que pueden durar más de una década y adquiere lugares propios para asegurar su dominio en el mercado.

Live Nation controla al menos el 80% de la venta de entradas en las principales salas de conciertos, gestiona directamente a más de 400 artistas y posee o controla más del 60% de los grandes anfiteatros en EE.UU. Además, impone una lista interminable de tarifas a los compradores, lo que resulta en precios inflados para los consumidores.

“Los aficionados pagan más y los artistas tienen menos oportunidades de tocar en conciertos, mientras que los promotores más pequeños quedan excluidos”, afirmó Garland.

El caso Taylor Swift y la presión pública

El escrutinio sobre Live Nation se intensificó tras la cancelación de la venta pública de entradas para un concierto de Taylor Swift en noviembre de 2022, debido a la alta demanda. Este incidente enfureció a millones de seguidores de la artista y llevó a la empresa a dar explicaciones ante el Comité Judicial del Senado.

Live Nation atribuyó el problema a ataques cibernéticos y aclaró que no controla los precios de las entradas ni las cantidades disponibles. En un intento por mejorar su imagen, la empresa prometió en junio pasado ser más transparente con los precios, mostrando el costo final al inicio de la transacción.

Implicaciones y futuro del caso

La demanda contra Live Nation es uno de los casos de competencia más significativos presentados durante la Administración Biden, sumándose a otras acciones legales contra gigantes tecnológicos como Apple, Amazon y Google. La acusación se centra en la violación de la sección 2 de la Ley Sherman, que prohíbe conspiraciones que restrinjan el comercio de manera injustificada.

Este caso podría tener amplias repercusiones en la industria del entretenimiento, afectando cómo se gestionan las ventas de entradas y la competencia en el mercado. La resolución de esta demanda podría establecer precedentes importantes para futuras acciones antimonopolio en Estados Unidos.

En los próximos meses, se espera que el caso avance en los tribunales, con potenciales implicaciones para la estructura de la industria de eventos en vivo y la política antimonopolio del país. Los consumidores y artistas estarán atentos a cómo se desarrolla este proceso y las posibles reformas que podrían surgir de él.