mar. Jul 1st, 2025

CIUDAD/CAMPO – Una dieta baja en calorías podría favorecer la aparición de síntomas depresivos, según una reciente investigación publicada en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health. Este estudio sugiere que las personas con sobrepeso pueden ser particularmente vulnerables a los efectos de una alimentación restrictiva.

El estudio destaca que una dieta saludable, rica en alimentos mínimamente procesados, frutas y verduras frescas, cereales integrales, frutos secos, semillas, proteínas magras y pescado, se asocia generalmente con un menor riesgo de depresión. En contraste, una dieta dominada por alimentos ultraprocesados, carbohidratos refinados, grasas saturadas, carnes procesadas y dulces, tiende a estar vinculada con un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos.

Investigación y hallazgos

Para profundizar en esta asociación, los investigadores analizaron datos de 28.525 adultos (14.329 mujeres y 14.196 hombres) participantes de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) en Estados Unidos, recopilados entre 2007 y 2018. Los encuestados completaron el Cuestionario de Salud del Paciente-9 (PHQ-9), que mide la gravedad de los síntomas depresivos.

De los participantes, 2.508 (aproximadamente el 8%) reportaron síntomas depresivos, mientras que 7.995 (29%) tenían un peso saludable, 9.470 (33%) tenían sobrepeso y 11.060 (38%) eran obesos. Se les preguntó si seguían alguna dieta específica para perder peso u otras razones de salud, y se les pidió que identificaran su dieta entre nueve opciones predefinidas.

Los patrones dietéticos se clasificaron en cuatro grupos: (1) restrictivos en calorías; (2) restrictivos en nutrientes (bajos en grasas/colesterol, azúcar, sal, fibra o carbohidratos); (3) patrones dietéticos establecidos (como los adaptados para la diabetes); y (4) sin dieta. La mayoría de los participantes (87%) afirmó no seguir ninguna dieta específica.

Impacto de las dietas restrictivas

Las dietas restrictivas en calorías se asociaron con puntuaciones más altas de síntomas cognitivos-afectivos, mientras que las dietas restrictivas en nutrientes se vincularon con puntuaciones más altas de síntomas somáticos, como ansiedad y angustia excesiva. Estas asociaciones variaron según el sexo: los hombres que seguían dietas restrictivas en nutrientes mostraron mayores puntuaciones de síntomas cognitivos-afectivos que las mujeres.

Además, las personas obesas que seguían un patrón dietético establecido presentaron puntuaciones más altas en síntomas cognitivos-afectivos y somáticos en comparación con aquellas con un peso saludable que no seguían una dieta.

Contradicciones y explicaciones

Los autores del estudio reconocen que se trata de un estudio observacional, lo que limita la capacidad de establecer causalidades firmes. Sin embargo, los hallazgos contradicen estudios previos que sugieren que las dietas bajas en calorías pueden mejorar los síntomas depresivos. Esta discrepancia podría deberse a que los estudios anteriores fueron ensayos controlados aleatorizados con dietas cuidadosamente diseñadas para garantizar un equilibrio nutricional.

Por otro lado, las dietas hipocalóricas y la obesidad pueden provocar deficiencias nutricionales, especialmente de proteínas, vitaminas y minerales esenciales, lo que podría exacerbar los síntomas depresivos. Otra posible explicación es la incapacidad para perder peso o los ciclos de pérdida y recuperación de peso.

Reflexiones finales

Este estudio se suma a la creciente evidencia que vincula los patrones dietéticos con la salud mental. Plantea preguntas importantes sobre si las dietas restrictivas bajas en nutrientes beneficiosos para la salud cognitiva, como los ácidos grasos omega 3 y la vitamina B12, pueden precipitar síntomas depresivos.

Los investigadores sugieren que la glucosa y los ácidos grasos omega-3 son cruciales para la salud cerebral, y las dietas bajas en carbohidratos o grasas podrían empeorar la función cerebral, especialmente en hombres con mayores necesidades nutricionales.

En conclusión, mientras que las dietas bajas en calorías son populares por sus beneficios para la pérdida de peso, es vital considerar sus posibles impactos en la salud mental, especialmente para aquellos con sobrepeso u obesidad. La investigación futura deberá continuar explorando estas complejas interacciones para ofrecer recomendaciones dietéticas más completas y efectivas.