BEIJING, CHINA – La economía de China experimentó una desaceleración notable en julio, según las estadísticas oficiales publicadas el viernes. Este fenómeno refleja la complejidad de los desafíos que enfrenta el país en medio de tensiones comerciales globales.
El gobierno chino atribuyó parte de esta desaceleración a la guerra comercial con Estados Unidos. Sin embargo, la economía también sufre el impacto de un desplome en el valor inmobiliario que persiste desde hace cuatro años. Además, las autoridades han implementado medidas deliberadas para frenar la producción industrial, ya que muchos países han comenzado a imponer aranceles a las exportaciones chinas, que, a pesar de todo, continúan en aumento.
Impacto de las medidas gubernamentales y el mercado global
En julio, la producción industrial, las ventas minoristas y la inversión no cumplieron con las expectativas de los economistas. El desempleo aumentó a medida que millones de jóvenes recién graduados buscaban empleo. Sorprendentemente, la producción industrial se mostró débil, a pesar de que las exportaciones continuaban creciendo. Los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no han tenido un efecto significativo.
Fu Linghui, portavoz y economista jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, mencionó en una conferencia de prensa que los aranceles y otros factores contribuyeron a esta situación.
“El entorno internacional en julio fue complejo y severo, con el impacto continuado del proteccionismo comercial y el unilateralismo”,
afirmó. También señaló un “impacto a corto plazo” debido al clima extremo, incluidas inundaciones y olas de calor.
Consecuencias en el sector industrial e inmobiliario
Parte de la desaceleración económica parece ser el resultado de políticas gubernamentales intencionadas. Muchas empresas han reducido frenéticamente los precios para liquidar el exceso de inventario. El gobierno ha comenzado a desalentar nuevas inversiones en sectores industriales donde las fábricas operan a menos de su capacidad, como la producción de automóviles y paneles solares.
La inversión en fábricas, edificios de oficinas y otros activos fijos se desaceleró aún más en julio, apenas aumentando en los primeros siete meses del año en comparación con el mismo periodo de 2024, según datos oficiales. La producción industrial, que ha sido un motor económico en años recientes, creció un 5,7% en julio respecto al año anterior, un ritmo más lento que el 6,8% registrado en junio.
Perspectivas para el futuro económico de China
A pesar de las dificultades, las exportaciones chinas aumentaron un 7,2% en julio respecto al año anterior, con un fuerte desempeño en el sudeste asiático y África, regiones que reexportan significativamente a Estados Unidos. Sin embargo, las exportaciones directas a Estados Unidos cayeron, aunque se mantuvieron en más del triple de las importaciones chinas desde ese país.
El mercado inmobiliario chino sigue siendo un punto crítico. El desplome ha afectado los ahorros de la clase media, reduciendo el consumo en sectores como el automotriz y la restauración. Aunque los precios de los apartamentos se estabilizaron brevemente, han vuelto a caer en los últimos meses debido a la falta de medidas gubernamentales concretas.
Las ventas minoristas crecieron un 3,7% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior, un desempeño por debajo de las expectativas y más débil que el 4,8% registrado en junio. Zichun Huang, economista de Capital Economics, señaló que las recientes medidas gubernamentales para apoyar a los hogares no son suficientemente amplias.
“Aunque medidas recientes como las subvenciones a la natalidad y a los préstamos al consumo son pasos en la dirección correcta, es poco probable que impulsen significativamente el gasto de los hogares”,
escribió Huang.
Con una economía enfrentando múltiples desafíos, el gobierno chino podría necesitar implementar políticas más agresivas para estabilizar el crecimiento y restaurar la confianza del consumidor. La situación actual plantea preguntas sobre el futuro económico de China y su capacidad para mantener su posición como una de las principales potencias económicas mundiales.