jue. Jul 3rd, 2025

MADRID, ESPAÑA – La crisis de la vivienda en España continúa siendo un tema candente, afectando tanto a jóvenes como a jubilados. Con precios de la vivienda en constante aumento y medidas gubernamentales que parecen insuficientes, el economista Gonzalo Bernardos ha ofrecido un análisis contundente en una reciente entrevista con la revista Men’s Health.

Bernardos, profesor universitario, destaca que el problema principal radica en la escasez de pisos disponibles. La ley de la oferta y la demanda es clara: cuando la disponibilidad disminuye, los precios suben. En 2007, el 59% de los jóvenes entre 16 y 29 años vivían independizados. En 2023, esa cifra ha caído al 29%. Según Bernardos, este es un “diagnóstico importantísimo” que refleja cómo la mayoría de los menores de 40 años no ha podido adquirir una vivienda.

El drama de los jubilados y el mercado de alquiler

El problema no se limita a los jóvenes. Bernardos advierte que ser jubilado y vivir de alquiler es una de las peores situaciones actuales. Las políticas de control de precios del alquiler, promovidas por el gobierno, son otro punto de controversia. Bernardos sostiene que estas medidas no han logrado reducir los precios finales, afirmando que “mienten descaradamente”. Según él, solo han conseguido que los precios “suban menos que la inflación”.

Además, las normativas actuales presentan lagunas significativas. Bernardos menciona a los inquilinos vulnerables, quienes, en caso de impago, dejan al arrendador sin opciones. Esto, según él, genera un “pánico inmobiliario” que afecta aún más la oferta de viviendas.

El “primo de Zumosol” y la saturación del mercado

Ante la presión del mercado de alquiler, muchos optan por comprar, a menudo con la ayuda de sus padres, a quienes Bernardos se refiere como “el primo de Zumosol”. La demanda es tan alta que, según el economista, los precios seguirán aumentando respecto a los niveles de hace medio año.

Implicaciones y perspectivas futuras

La situación actual plantea serios desafíos para el futuro del mercado inmobiliario en España. Con una población joven incapaz de acceder a la propiedad y jubilados enfrentando dificultades para mantener su vivienda, las tensiones sociales podrían aumentar. Bernardos sugiere que se necesitan políticas más efectivas y un enfoque integral para abordar la crisis.

En el futuro, será crucial observar cómo el gobierno y los actores del mercado responden a estas presiones. Las soluciones deberán ser innovadoras y adaptativas para evitar que la crisis se agrave. Mientras tanto, los ciudadanos continúan navegando por un mercado inmobiliario cada vez más complicado y competitivo.