CIUDAD/PAÍS – En el mundo del liderazgo moderno, el agotamiento emocional se ha convertido en un costo real y significativo. Recuperarse de este desgaste ya no es un lujo, sino una necesidad imperativa para preservar el bienestar personal y mantener la capacidad de liderar a largo plazo. Tras un evento o periodo desafiante, es crucial implementar prácticas efectivas para procesar emociones y recargar energías.
Reflexionar para avanzar
Enfrentar momentos difíciles puede parecer desalentador, pero reflexionar sobre ellos es esencial para seguir adelante. Ignorar o reprimir emociones no las elimina; al contrario, se acumulan y resurgen como estrés, reactividad o problemas de salud.
Dedique unos minutos después de un día desafiante para preguntarse: ¿Qué estoy sintiendo? y ¿En qué parte del cuerpo lo siento? Reconozca y acepte sus emociones sin juzgarlas. Todas las emociones, incluso las desagradables, ofrecen información valiosa sobre nuestros valores, necesidades y límites.
El apoyo social es fundamental. Compartir experiencias con personas de confianza no solo ayuda a procesar eventos difíciles, sino que también mejora la resiliencia al estrés. Considere escribir sus respuestas a estas preguntas. La escritura crea un espacio entre usted y sus emociones, permitiéndole identificar el significado y los próximos pasos con propósito.
Reencuadrar la narrativa
Reevaluar experiencias emocionalmente exigentes puede acelerar la recuperación al reducir la angustia y liberar recursos cognitivos. Reencuadrar no significa ignorar la dificultad de una situación; se trata de cambiar la perspectiva para encontrar un nuevo significado o posibilidad.
Después de un evento difícil, pregúntese: ¿Cuáles son los posibles aspectos positivos en esta situación? y ¿Cuáles podrían ser los beneficios a largo plazo, a pesar de los costos a corto plazo? Cambiar la historia cambia su experiencia, brindándole nueva energía, claridad y dirección.
La autocompasión es una herramienta esencial en este proceso. Trátese como trataría a un amigo: reconozca el desafío, entienda que cualquiera en su lugar podría sentirse igual y responda con amabilidad en lugar de crítica. La autocompasión permite afrontar experiencias y desafíos de manera constructiva.
Restaurar reservas emocionales
Continuar sin detenerse a recuperarse de eventos emocionalmente difíciles agota las reservas emocionales y físicas. Con el tiempo, esto puede llevar al agotamiento emocional, afectando el estado de ánimo, la salud y la efectividad.
Recuperarse no solo significa descansar, sino participar en experiencias adecuadas. La investigación destaca cuatro prácticas efectivas:
- Desconexión: Dele a su mente un verdadero descanso. Evite revisar el correo electrónico fuera del horario laboral y no repase mentalmente el día de trabajo.
- Relajación: Cree momentos como caminar sin su teléfono, escuchar música relajante o pasar tiempo al aire libre.
- Maestría: Haga algo que le desafíe positivamente. Pruebe una nueva receta o aprenda algo no relacionado con su rol.
- Control: Proteja espacios de tiempo donde usted decida qué hacer, incluso si eso significa decir no a un compromiso más.
Reflexionar, replantear y restaurar no solo ayudan a reiniciarse en el corto plazo; también fortalecen el “músculo emocional” para enfrentar futuros desafíos con mayor estabilidad y fortaleza. Porque su equipo no solo lo necesita hoy, lo necesita por mucho tiempo más.
Por: Dina Denham Smith, coach ejecutivo de altos líderes y equipos de empresas globales como Netflix, PwC, Goldman Sachs, Stripe, entre otras.