jue. Ago 14th, 2025

CIUDAD/PAÍS – El agotamiento emocional es un costo real y significativo del liderazgo moderno. Recuperarse ya no es un lujo, sino una necesidad imperativa para proteger el bienestar y mantener la capacidad de liderar a largo plazo. Después de un evento o periodo desafiante, existen prácticas comprobadas que ayudan a procesar emociones y recargar energías.

La importancia de encontrar sentido

Enfrentarse a momentos difíciles puede parecer poco atractivo, pero reflexionar sobre ellos es clave para avanzar. Ignorar o reprimir emociones no las hace desaparecer; al contrario, se acumulan y resurgen como estrés o problemas de salud.

Dedique tiempo después de un día desafiante para preguntarse: ¿Qué estoy sintiendo? y ¿En qué parte del cuerpo lo siento? Reconocer y aceptar las emociones sin juzgarlas ofrece valiosa información sobre valores, necesidades y límites.

Buscar apoyo social en personas de confianza no solo ayuda a procesar eventos difíciles, sino que también mejora la resiliencia al estrés. Considere escribir sus respuestas a estas preguntas. Escribir crea un espacio entre usted y sus emociones, permitiendo identificar el significado y los próximos pasos con propósito.

Alternativamente, compartir experiencias y desafíos con un colega de confianza puede proteger del agotamiento y promover el bienestar mental y físico.

Reencuadrar experiencias

Reevaluar experiencias emocionalmente exigentes puede acelerar la recuperación al reducir la angustia y liberar recursos cognitivos. Reencuadrar no significa ignorar la dificultad, sino cambiar la perspectiva para encontrar un nuevo significado o posibilidad.

Después de un evento difícil, pregúntese: ¿Cuáles son los posibles aspectos positivos? y ¿Cuáles podrían ser los beneficios a largo plazo? Cambiar la narrativa puede proporcionar nueva energía, claridad y dirección.

La autocompasión es fundamental en este proceso. Tratarse con la misma amabilidad que a un amigo ayuda a afrontar desafíos de manera constructiva, en lugar de crítica.

Reponer reservas emocionales

Continuar sin detenerse a recuperarse después de eventos difíciles agota lentamente las reservas emocionales y físicas, llevando al agotamiento emocional. Recuperarse no solo significa descansar, sino participar en experiencias adecuadas.

La investigación destaca cuatro prácticas efectivas:

  • Desconexión: Darle a la mente un verdadero descanso, evitando revisar correos electrónicos fuera del horario laboral.
  • Relajación: Crear momentos de tranquilidad, como caminar sin teléfono o escuchar música relajante.
  • Maestría: Desafiarse positivamente, como probar una nueva receta o aprender algo nuevo.
  • Control: Proteger espacios de tiempo para decidir qué hacer, incluso si implica decir no a compromisos adicionales.

Reflexionar, replantear y restaurar no solo ayudan a reiniciarse a corto plazo, sino que fortalecen el “músculo emocional” para enfrentar futuros desafíos con mayor estabilidad y fortaleza. Porque un líder no solo es necesario hoy, sino por mucho tiempo más.

Por: Dina Denham Smith (coach ejecutivo de líderes y equipos de empresas globales como Netflix, PwC, Goldman Sachs, Stripe, entre otras)