WASHINGTON, EE.UU. – Quince años después de que un estudio revolucionara el mundo de la ciencia al afirmar que una bacteria podía vivir del arsénico, la prestigiosa revista Science ha decidido retractar el artículo. Publicado originalmente el 2 de diciembre de 2010, el estudio aseguraba haber descubierto una forma de vida que desafiaba las bases de la bioquímica conocida, al incorporar arsénico en su ADN. Este hallazgo, financiado por la NASA, fue presentado como un avance significativo en la astrobiología.
El artículo, liderado por la investigadora Felisa Wolfe-Simon del Instituto de Astrobiología de la NASA, fue recibido con escepticismo por la comunidad científica. Las críticas se centraron en la metodología y los resultados, lo que llevó a Science a retrasar su publicación en papel hasta junio de 2011, acompañada de comentarios técnicos y una nota del editor jefe, Bruce Alberts.
Contexto y controversia
Un año después de su publicación, dos estudios adicionales refutaron las conclusiones iniciales, demostrando que la bacteria GFAJ-1 no utilizaba el arsénico para su desarrollo, sino que era simplemente resistente a él. Esto significaba que no se trataba de una forma de vida única, sino que operaba como cualquier otro organismo terrestre.
Uno de los comentarios técnicos apuntaba que los ácidos nucleicos analizados no estaban suficientemente purificados, sugiriendo que los resultados podrían haberse debido a contaminación. Sin embargo, Science no retiró el estudio en ese momento, al no encontrar evidencia de fraude o mala conducta deliberada por parte de los autores.
Opiniones divididas
La reciente decisión de retractar el artículo surge tras consultas con el Comité de Ética de Publicaciones (COPE), que ahora permite retractaciones si los experimentos no respaldan conclusiones clave, incluso sin evidencia de fraude. No obstante, esta decisión ha generado reacciones encontradas entre los científicos.
César Ángel Menor Salvan, catedrático de Bioquímica en la Universidad de Alcalá, expresó su desacuerdo con la retractación.
«Siempre pensamos que la vida basada en arsénico era químicamente imposible y usábamos este artículo como ejemplo de ciencia errónea», comentó al Science Media Centre. Asegura que no hubo mala conducta, sino errores en la interpretación de los datos, algo común en la ciencia.
Por otro lado, Andrés de la Escosura Navazo, investigador en el Instituto de Investigación Avanzada en Ciencias Químicas, apoya la decisión de Science.
«Si unos resultados parecen conducir a conclusiones que cambian radicalmente el paradigma de una rama del conocimiento, el sistema debe cuestionarlos de un modo más riguroso», afirmó.
Implicaciones futuras
La retractación del artículo no solo cierra un capítulo controversial en la historia de la ciencia, sino que también subraya la importancia del rigor y la revisión crítica en la investigación científica. La comunidad científica espera que esta decisión ponga fin a la controversia y sirva como recordatorio de que la ciencia es un proceso en constante evolución, donde las ideas erróneas son corregidas con el tiempo.
A pesar de la controversia, el caso de la bacteria del arsénico ha dejado una huella en la ciencia, recordando a los investigadores la importancia del escepticismo saludable y la revisión por pares en la búsqueda del conocimiento.