jue. Jul 17th, 2025

PEKÍN, CHINA – Una innovadora batería del tamaño de una moneda, capaz de proporcionar energía sin necesidad de recarga durante 50 años, ha comenzado a fabricarse en serie en China. Este dispositivo promete revolucionar sectores clave como la medicina, la inteligencia artificial y la exploración espacial, gracias a su funcionamiento sin mantenimiento y su diseño ultra compacto.

Desarrollada por la empresa Betavolt New Energy Technology, con sede en Pekín, la batería Betavolt BV100 es el primer prototipo funcional de una nueva generación de baterías atómicas chinas basadas en tecnología betavoltaica. Con una potencia inicial de 100 microvatios a 3 voltios, su diseño modular permite escalar su capacidad, y la compañía ya ha anunciado una versión de 1 vatio para finales de 2025.

Funcionamiento de la batería nuclear compacta

El funcionamiento de esta batería nuclear compacta se basa en la desintegración controlada del isótopo radiactivo níquel-63, que al convertirse en cobre estable, libera energía. Esta energía es transformada en electricidad mediante una estructura de capas compuesta por un núcleo de níquel de solo dos micras y dos láminas de semiconductores de diamante de diez micras cada una. Esta configuración permite una conversión eficiente sin generación de calor ni riesgo de explosión.

Con una densidad energética de 3.300 milivatios-hora por gramo, diez veces más que una batería ternaria de litio, la BV100 puede operar entre -60 °C y +120 °C sin perder rendimiento ni autodescargarse. Además, al finalizar su ciclo de vida, solo queda cobre, lo que elimina la necesidad de procesos costosos de reciclaje y refuerza su perfil como batería nuclear segura y ecológica.

Competencia global en el desarrollo de baterías nucleares

La carrera por liderar el desarrollo de energía nuclear miniaturizada está en plena marcha. Mientras Betavolt avanza en la comercialización de esta tecnología en Asia, otros países también desarrollan propuestas propias. En Estados Unidos, la empresa City Labs trabaja con tritio para crear baterías de larga duración para marcapasos y corazones artificiales, con financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud.

En Europa, firmas como Arkenlight y Kronos Advanced Technologies, radicadas en el Reino Unido, desarrollan modelos similares con distintos isótopos. La diferencia clave está en la capacidad de Betavolt para fabricar materiales semiconductores de diamante de gran área, algo que, según su CEO Zhang Wei, “ninguna otra compañía ha conseguido a esta escala”. Este dominio posiciona a China como actor central en el mercado emergente de baterías nucleares para drones, sensores, microrrobots y dispositivos médicos.

Implicaciones y futuro de la tecnología betavoltaica

Las implicaciones de esta tecnología son vastas. En el sector médico, por ejemplo, las baterías de larga duración podrían eliminar la necesidad de cirugías repetidas para reemplazar baterías en dispositivos implantables. En la exploración espacial, estas baterías podrían alimentar sondas y rovers durante décadas sin intervención humana.

Sin embargo, el desarrollo de baterías nucleares también plantea desafíos regulatorios y de seguridad. Los gobiernos deberán establecer estándares para garantizar que estas tecnologías se utilicen de manera segura y responsable. Además, la competencia internacional podría intensificarse a medida que más países inviertan en investigación y desarrollo para no quedarse atrás en esta carrera tecnológica.

En conclusión, la batería Betavolt BV100 representa un avance significativo en el campo de las baterías nucleares. Su capacidad para operar durante 50 años sin necesidad de recarga ni mantenimiento podría transformar múltiples industrias, y su desarrollo subraya la creciente competencia global en el ámbito de la energía nuclear miniaturizada.