PEKÍN, CHINA – Una revolución energética podría estar en marcha con la introducción de una batería del tamaño de una moneda que promete funcionar sin recarga durante 50 años. Fabricada en serie en China, esta innovadora batería está destinada a transformar sectores críticos como la medicina, la inteligencia artificial y la exploración espacial, gracias a su diseño ultra compacto y su funcionamiento sin mantenimiento.
Desarrollada por Betavolt New Energy Technology, con sede en Pekín, la batería Betavolt BV100 es el primer prototipo funcional de una nueva generación de baterías atómicas chinas basadas en tecnología betavoltaica. Con una potencia inicial de 100 microvatios a 3 voltios, su diseño modular permite escalar su capacidad, y la compañía ya ha anunciado una versión de 1 vatio para finales de 2025.
Funcionamiento y ventajas de la batería nuclear compacta
El funcionamiento de esta batería nuclear se basa en la desintegración controlada del isótopo radiactivo níquel-63. Al convertirse en cobre estable, libera energía que es transformada en electricidad mediante una estructura de capas compuesta por un núcleo de níquel de solo dos micras y dos láminas de semiconductores de diamante de diez micras cada una. Esta configuración permite una conversión eficiente sin generación de calor ni riesgo de explosión.
Con una densidad energética de 3.300 milivatios-hora por gramo, diez veces más que una batería ternaria de litio, la BV100 puede operar entre -60 °C y +120 °C sin perder rendimiento ni autodescargarse. Al finalizar su ciclo de vida, solo queda cobre, eliminando la necesidad de procesos costosos de reciclaje y reforzando su perfil como batería nuclear segura y ecológica.
La carrera global por las baterías nucleares
La competencia por liderar el desarrollo de energía nuclear miniaturizada está en plena marcha. Mientras Betavolt avanza en la comercialización de esta tecnología en Asia, otros países también desarrollan propuestas propias. En Estados Unidos, la empresa City Labs trabaja con tritio para crear baterías de larga duración para marcapasos y corazones artificiales, con financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud.
En Europa, firmas como Arkenlight y Kronos Advanced Technologies, radicadas en el Reino Unido, desarrollan modelos similares con distintos isótopos. La diferencia clave está en la capacidad de Betavolt para fabricar materiales semiconductores de diamante de gran área, algo que, según su CEO Zhang Wei, “ninguna otra compañía ha conseguido a esta escala”. Este dominio posiciona a China como actor central en el mercado emergente de baterías nucleares para drones, sensores, microrrobots y dispositivos médicos.
Implicaciones y el futuro de las baterías betavoltaicas
La introducción de la BV100 podría tener profundas implicaciones para la tecnología y la sostenibilidad global. Al ofrecer una fuente de energía de larga duración y sin mantenimiento, estas baterías podrían reducir significativamente los costos operativos y el impacto ambiental de dispositivos electrónicos en una amplia gama de aplicaciones.
Expertos en energía y tecnología ven en las baterías betavoltaicas una solución potencial para las necesidades energéticas del futuro. “La capacidad de operar en condiciones extremas y su larga vida útil hacen de estas baterías una opción ideal para aplicaciones críticas,” señala el profesor Li Ming, experto en tecnología de baterías de la Universidad de Tsinghua.
Mientras la tecnología sigue avanzando, la industria espera ver cómo estas innovaciones impactarán en el mercado global de baterías. Con China a la vanguardia, el mundo observa de cerca los próximos desarrollos en esta prometedora área tecnológica.