mar. Jul 1st, 2025

ESPAÑA – La reciente adquisición de Superstruct Entertainment por parte del fondo de inversiones KKR, por un valor de 1.300 millones de euros, ha generado una ola de reacciones en la comunidad musical española. Superstruct, propietaria de numerosos festivales, incluyendo Viña Rock, enfrenta ahora un boicot por parte de docenas de bandas debido a los vínculos de KKR con negocios inmobiliarios en territorios palestinos ocupados por Israel.

El anuncio de la compra ha provocado que artistas como Manuka Honey, Juliana Huxtable y Animistic Beliefs & Jeisson Drenth se retiren del Sónar, uno de los festivales bajo la nueva propiedad. Sin embargo, el impacto más significativo se ha sentido en Viña Rock, el mayor festival de rock en España, con numerosas bandas anunciando su decisión de no participar mientras el festival esté asociado con KKR.

Contexto y Reacciones de los Artistas

La lista de festivales afectados por esta adquisición es extensa, incluyendo eventos icónicos como Sónar, Elrow Ibiza y Arenal Sound. A pesar de la magnitud del cambio, sólo Sónar ha emitido un comunicado, evitando abordar directamente la controversia: «Sónar somos una plataforma que promueve la diversidad, la inclusión y respeta la libertad de expresión de sus artistas, participantes y colaboradores. El equipo de Sónar siempre hemos trabajado y trabajaremos con la premisa de favorecer el respeto por los derechos humanos universales. El festival condena firmemente todo tipo de violencia.»

La banda extremeña Sinkope fue una de las primeras en reaccionar, afirmando en sus redes sociales: «Por humanidad, por coherencia, no volveremos a tocar en el festival Viña Rock ni en ningún festival que esté en manos del fondo pro-Israel KKR».

Otros artistas, como Sons of Aguirre, han expresado su postura con contundencia:

«Creemos que huelga decir lo que opinamos al respecto de colaborar con genocidas, cómplices de una limpieza étnica que ha costado la vida a más de 60.000 palestinos (17,000 de los cuales son niños). Por ello, los Sons hemos decidido no volver a participar en el festival Viña Rock ni en el resto de festivales adquiridos por KKR hasta que éste no cambie de manos».

Impacto y Reacciones del Público

El boicot no se limita a los artistas. Varias personas que ya habían adquirido entradas para la edición de 2025 de Viña Rock han solicitado la devolución de su dinero a través de redes sociales, reflejando una creciente presión pública sobre el festival. Hasta el momento, Viña Rock no ha emitido ningún comunicado oficial respecto a esta crisis reputacional.

El impacto de esta controversia se extiende más allá de las fronteras españolas. Festivales internacionales bajo la propiedad de KKR, como el londinense Field Day, también están experimentando un boicot similar, con una docena de bandas retirándose de sus carteles.

Perspectivas Futuras y Análisis

La situación plantea preguntas sobre el futuro de Viña Rock y otros festivales bajo el paraguas de KKR. La conexión del fondo con actividades en territorios ocupados ha encendido un debate sobre la ética en las inversiones y la responsabilidad social corporativa en la industria del entretenimiento.

Expertos en derechos humanos y ética empresarial han señalado que este tipo de boicots pueden tener un impacto significativo en la reputación de las empresas involucradas.

«Las empresas deben considerar el impacto de sus inversiones en contextos de conflicto, ya que la percepción pública puede cambiar rápidamente y afectar su viabilidad a largo plazo», comentó un analista de ética corporativa.

Con la creciente conciencia y activismo en torno a los derechos humanos, las empresas de entretenimiento podrían enfrentar presiones cada vez mayores para alinear sus prácticas comerciales con valores éticos y sociales. El desenlace de esta situación podría sentar un precedente importante para la industria.

Mientras tanto, la comunidad musical y los asistentes a los festivales estarán atentos a los próximos movimientos de KKR y los festivales bajo su control, esperando una resolución que refleje un compromiso genuino con los derechos humanos y la justicia social.